miércoles, febrero 13, 2008

El pronóstico del tiempo


El pronóstico indica que el próximo sábado, en Quequén, la temperatura superará los 30º C. El primer día lindo después de una quincena de lluvias y tormentas. Quizá el domingo por la tarde llovizne, pero quién nos quita el sábado. El sábado de Freidemberg, de Cella, Bernaték, Arijón, Piña, Chiróm, el sábado de la Dedé Araujo. Un sándwich que a pesar del ruido arenoso entre los dientes es más rico que ningún otro. Un sábado: Paula Jiménez, Enrique Solinas, Masin, Nurit, Eugenia López, Jorge Antonio, Docampo, Fernández Berro, Duizeide, Gonzáles Carman, Rosana Gutiérrez, Julieta Lerman, Elba Serafini. Un sábado para conocer a Alejandro Soifer. Un sábado para compartir con muchos amigos. Un sábado para abrazar a Romana, que la extraño mucho, que Santa Fe es muy lejos, que sé que mis ahijados no nacen de la nada, pero quiero que sea sábado y Dedé, Romanita y yo nos abracemos porque lo demás es importante pero no imprescindible.
Contra viento y marea… sigamos enamoradas. Gracias al viento y a la marea… sigamos enamoradas.

51 comentarios:

Anónimo dijo...

voy a tratar de portarme lo mejor que pueda, pero ya saben...las corrientes del niño y de la niña...por la dudas lleven campera.

Anónimo dijo...

las dudas...q son muchas...

Anónimo dijo...

Hay gente de todas las religiones y creencias: o ayuda Dios, la pachamama, alguna deidad innombrable,el che, el espíritu de Albert y Sigmund...
con la ayuda que sea necesaria, habrá sol

Anónimo dijo...

Si hay sol,
si llueve,
si hay viento,
si no.

¡Lo importante es que habrá literatura y alegría!

Anónimo dijo...

No olvidarse baldecito y pala.
¡Y aguante quequén!
Nos vemos.

Anónimo dijo...

Comunicado del ERLAODL
(Ejército Revolucionario de Liberación Artística Ojo de Lince)


¡Por fin una mente lúcida e iluminada que diagnosticó velozmente la causa de mi trastorno mental! ¡Qué lista es usted Dra. Anna Freud! Digna hija de su padre, Don Sigmund. Lo que se hereda no se hurta. Ya hice transferencia y me enamoré locamente de usted. Casémonos de inmediato y hagamos del Borda nuestro nidito de amor. Quedan todos invitados a nuestra boda, saludaremos en el atrio porque estamos apurados para ir al diván y comenzar con mi terapia. Pero como tengo personalidad múltiple no sé cuál de mis muchas personalidades se casará con usted. Un dilema. Esto está dicho en broma y es la última que les hago. Para alegría de muchos y tristeza de algunos pocos, me despido, no los molestaré más porque hallé la respuesta que buscaba.

Gracias Anna Freud, sin querer fuiste vos quien me ayudó a solucionar un problema que no lograba resolver. Me curaste. El problema era que no lograba entender bien de dónde venía tanta mediocridad literaria (no me refiero a lo que se publica aquí en el blog de Sigamos Enamoradas, hablo en general). Usted Anna Freud suministró la clave del enigma. Y pudo hacerlo porque, a diferencia de su padre, es muy normal y lúcida, carece de esa genialidad y locura luminosa de los creadores. Pero su pequeña ayuda ha sido inmensa, se lo agradezco.

Lo que diré a continuación no es una ofensa, no pretendo ofender ni herir susceptibilidades sino hacer el diagnóstico de un mal sin remedio, una enfermedad colectiva que es padecida por muchos escritores de este tiempo. No hago referencia a la gente que escribe y publica en este blog.

Hablo en general. Mi diagnóstico es que falta locura. No hay verdadera locura. Son buenos escritores, en muchos casos, muy buenos escritores, dotados de gran técnica, pero sin vuelo ni locura imaginativas.

Son demasiado "normalitos", sus imaginaciones no remontan vuelo porque carecen de las alas de la locura creativa. Los compadezco. Normales en un grado tan extremo que no hay una mínima dosis de locura en ustedes, y si la hay, la reprimen, no la dejan salir.

Podrán ser neuróticos, histéricas, melancólicos, depresivos, fóbicos, bipolares, pero no locos, ni mansos ni peligrosos, personas bien normales como todo el mundo. La causa de esta mediocridad es la normalidad, está claro. Si me burlé del talento ajeno, es porque no lo comprendía. Les pido perdón a aquellos que ofendí, si lo hice es porque no comprendí la causa de su enfermedad. Ahora que la comprendí, los dejaré tranquilos, les prometo que no volveré a molestarlos.

Lo que creí era falta de originalidad, autenticidad y audacia, es en realidad absoluta falta de arte. No les falta técnica de escritor, sino arte de escritor. La técnica pueden adquirirla en universidades, escuelas y talleres, pero el arte no se adquiere, se tiene.

Hay excesiva normalidad y nada de locura. Técnicamente, son buenos escritores. Es verdad, no me burlo. Son buenos escritores técnicos, pero no escritores artistas. Los compadezco y lamento haberlos incomodado. Son gente de letras, pero no de arte. Les falto lo que también tienen poetas y escritores como Arturo Carrera (mi querido fauno) o Alberto Laiseca, esa locura creativa o loca imaginación, por eso son grandes escritores artistas y lo seguirán siendo.

Muchos aquí, no todos, toman la literatura con demasiada seriedad, como un pasatiempo creativo (una artesanía manual o bricolage verbal), o, en algunos casos, un trabajo de oficina o de banco, con sus horarios y pausas. Para ustedes literatura es trabajo, no un mester u oficio poético, yo soy un juglar que quedó atrapado y perdido en el siglo.

No tienen alegría para escribir, sino seriedad. No soy revolucionarios aun cuando se tengan algunos/as por anarquistas o anarquistas feministas. Se creen hijos/as biológicos de Kropotkin, Bakunin o Emma Goldman, pero ni siquiera son hijos adoptivos, porque no heredaron su espíritu.

Son "anarquistas organizados" cuya única transgresión es escribir o recitar mierda y culo. Posan de anarquistas feministas, transgresores o realistas sucios escribiendo mierda y culo, fotografiándose con cara de malos, son un fiasco, apariencia.

Yo soy un verdadero tirabombas, pero mis bombas no contienen pólvora ni nitroglicerina, son bombas que causan explosiones verbales. Se hacen los locos, pero no son verdaderos locos; posan de artistas, pero no son verdaderos artistas; simulan transgredir, pero no son transgresores. Son personas normales, con una vida normal.

Escritores de medio tiempo o de fin de semana, preocupados por cómo se gasta el tiempo. Yo no gasto mi tiempo, lo invierto. Aclaro esto para aquellos que creen que estoy al pedo. No señores trabajo muchísimo, es verdad, tanto que no lo podrían creer. Si me conocieran quizás hasta podrían compadecerse de tanto verme trabajar.

Pero escribir estos divertimentos, en línea, no me lleva horas, apenas unos pocos minutos. Bueno o malo, elemental o complejo, todo está en mi alma, no en mi cabeza, escribo sin pensar, dejo que mis palabras hablen.

Soy un medium. No me posee un diablo, sino el daimon de Sócrates, Platón, los Rapsodas griegos, los satíricos romanos, como han visto bien esas maravillosas y desconocidas personas que me encantará conocer.

Ya descubrí el nombre del mal que aqueja a la literatura de este tiempo: normalidad. Lo que la naturaleza me dio en grandes cantidades, excesiva locura, se los quitó a ustedes. Les dio normalidad en cantidades industriales. Ustedes son lo que deben ser, igual que yo, normales unos, loco el otro. Escritores unos, artista el otro. Nada se puede hacer.

Condenados de por vida a ser escritores técnicos y normales; condenado de por vida a ser un escritor artista y loco, loco verdadero, no me hago el loco. No vine a molestarlos, sino a traerles algo de alegría, demostrarles que la literatura si no se encarrila por los rieles de la creatividad, la espontaneidad y la autenticidad, va hacia el desastre.

Observen como algunos, creyendo ofenderme, señalaron mi locura y la disposición libre de mi tiempo. Eso demuestran que no son libres, como los locos, son gente normal cautiva de los horarios. Piensan que ser loco es una desgracia. Se equivocan, es todo lo contrario, es una gracia. Una gracia divina, como lo comprendieron los antiguos médicos griegos y los médicos de la edad media.

En aquellos tiempos la locura no implicaba marginación. Los locos eran tenidos por intermediarios entre el mundo sobrenatural y los hombres, dotados del poder de predecir; ingenuos y sinceros por lo que estaban más cerca de Dios. Según Goerke, los primeros manicomios no aparecen hasta bien entrado el siglo XVI, lo que indica que con anterioridad a esta fecha no se recluía a los locos.

Solo en sus formas más violentas y peligrosas la locura fue considerada un mal del demonio e intentada curar con exorcismos. La frenesis magna, llamada así porque el que padece la enfermedad rechina los dientes (en latín frendere), hoy conocida como esquizofrenia, se trataba de curar con música.

Pero mi locura es inofensiva, mansa y creativa, pero hay quienes, no sabiendo reaccionar ante ella, se ofendieron o intentan hallar explicaciones absurdas como la de ser víctimas de un periodista con un humor del estilo de CQC. Nunca vi CQC ni a Tinelli porque me parecen soberanos mediocres. Si los mencioné era para burlarme de ellos.

También a ellos les he bombardeado con mis mail o mensajes con el mismo espíritu festivo y reaccionaron igual que algunos en este blog. Hay una diferencia entre hacerse el loco y estar loco. También hay diferencia entre el ser un loco creativo y un loco peligroso.

El loco creativo es capaz de elevarse por encima de la razón y contemplar paisajes luminosos del espíritu. Mientras que el loco peligroso y violento es un pobre ser que ha caído al fondo de sus más tenebrosos abismos. No ve paisajes porque está sumido en la más negra oscuridad del alma.

En fin, lamento mucho haberlos sacado de su rutina y normalidad. Sigamos, sin compadecernos unos de otros, cada cual con su normalidad y cada quien con su locura. Yo salgo último de todos, siguiendo a la Familia Von Trapp: Adiós, So long, farewell, au revoir, auf wiedersehen, goodbye, adieu, adieu, adieu, to yieu and yieu and yieu.

Anónimo dijo...

Posdata de Ojo de Lince

Les ruego que no se ofendan, lo que digo no es para lastimar, sino para evitar que algún loco verdadero, un ser puro y sincero, quizás tú Niño del Agua, no quede preso de la normalidad.

Ya saben que los locos, como los niños, no sabemos mentir, decimos aquella verdad que surge libre de nuestros espíritus.

Anónimo dijo...

Perdón por una involuntaria omisión:

También tú muy querida Cecilia Romana, si es que evitas que te atrape la normalidad circundante, tú sí tienes ese fuego sagrado del verdadero poeta, pero temo mucho por tu futuro, mi niña, hay mucho cuerdo alrededor.

Anónimo dijo...

...muchas personalidades.......puf.......
nos vemos el sabado

Anónimo dijo...

Anomimo dise...
En la vida deberia haber muchos ojos de lince y seguro que las cosas serian mejor.
Que el sabado la pasen muy bien.

Anónimo dijo...

No encuentro el guiso de Aldazábal, así que no sé qué dijo Ojo de Lince, el cual, por todo lo que veo, supongo que es el agente literario de Aldazábal.

Carolina Esses dijo...

No tengo idea quien escribe cada post -taaaaannnn laaargos- pero les deseo lindos días de sol y playa. Besos de una que se queda.

Anónimo dijo...

¿Y a que fue Romanita a Santa Fe? Hubo encuentro de poetas y no me enteré, avisen che, no se guarden info, please

Anónimo dijo...

Pronóstico de tiempo: que sea un tiempo de encuentro, conversación, lectura, un tiempo para desbaratar la estupidez que anduvo circulando (obviamente no en todos los casos) en los varios comentarios, en las actitudes de gente como Aldazábal, cuyo agente literario es obviamente Ojo de Lince.

Anónimo dijo...

Hace un tiempo que no ando por estos lares, mando muchos buenos augurios para sus lecturas de playa. Me he entretenido bastante con algunos comentarios. Cuando me fui, no había ojos de lince, ni ojos del culo de ojo de lince.
Besos a las poetitas

Anónimo dijo...

Ojo de lince: pura mierd engreìda.

Anónimo dijo...

A los que dicen que lo de Ojo de Lince es una estupidez, ¿les parece una estupidez haber paralizado a un blog por casi dos semanas? A mi no me parece ninguna estupidez. Una estupidez la haces sin querer, sin intención, o, si sos estúpido sin remedio, lo hacés sin conciencia, sin darte cuenta. Lo de Ojo de Lince fue una acción muy bien pensada y organizada. Fue algo premeditado y estratégico. Puso en jaque a todo el mundo. Estupidez es especular en que es agente literario de Aldazabal. Ridiculizó tanto al poeta que éste se bajó ofendido del evento. ¿Un agente literario hace eso con su representado? ¡Linda manera de promocionarlo! Con propagandistas así, prefiero el anonimato. Estupidez es pensar que detrás de Ojo de Lince estuvieron las organizadoras del evento. Estupidez es creer que lo hizo por "pura mierda engreída" porque se es incapaz de comprender el sutil ingenio que está detrás de este "aparente" disloque o disparate. Su inteligente humor no es estúpido ni engreído: es cruel y brutal, feroz e implacable. No es loco ni malo, es cruel y salvaje. Si sos escritor no podés hacer lo que él hizo con los texto de otros colegas, violentarlos salvajemente y a gusto. Si no te parece bueno el texto, entonces fijate si por lo menos podés rescatar algo. Si el texto no tiene nada rescatable, intentá rescatar al ser humano, a la persona que lo escribió. Simplemente por empatía. Poniéndote en el lugar del otro comprendés que podés herirlo o crearle inseguridades. Es posible que Ojo de Lince sea indiferente al dolor o sufrimiento de un escritor porque no toma en cuenta a la persona que es el autor del texto criticado o impugnado. Despersonaliza al autor porque lo desposee del texto. Analiza un texto como si no tuviera un autor. Por eso es extremadamente cruel con el trabajo ajeno. Si pensara en el autor tendría en cuenta los sentimientos o la sensibilidad de la persona que escribió el texto y no sería tan feroz con sus apreciaciones. Una ferocidad cebada. Por eso las administradoras del blog no subieron más textos. Si continuaban abasteciendo el blog con nuevos textos, corrían el riesgo de cebar más al lince. Si vos le das de comer a un gato callejero no se va más de tu casa, porque tiene comida asegurada. Por eso le cortaron los víveres. ¡Andá a comer a otro lado! Como Rilke creo en los ángeles. Ante el humor feroz de Ojo de Lince confieso que sentí temor. Me sentí como Adán y Eva frente al Ángel vengador que sin ninguna vacilación ni compasión los expulsó del paraíso con su espada flamígera. No le conmovió el llanto ni la súplica de Adán y Eva. Ojo de Lince es como un ángel vengador: indiferente y cruel. Es eso, ni más ni menos. Sería mejor no tenerlo de enemigo.

Anónimo dijo...

ojo de lince debe tener una corte de aduladores que le dicen que lo que hace es genial cuando en realidad es un tirapedos.
Se vanagloria de su locura, no, querido, los locos no se reconocen así mismos como lo que son. La locura está en baja, no hay genialidad en la locura, en la locura hay dolor, olor feo, sufrimiento y soledad.
En la playa hay amistad, atardeceres con sol y poesía, que cursi no? bienaventurados los que van a disfrutar!

Anónimo dijo...

porque los que van se merecen lo mejor, les digo que me voy a portar más que bien!

Anónimo dijo...

Al anónimo que escribió "Si sos escritor no podés hacer lo que él hizo con los texto de otros colegas, violentarlos salvajemente y a gusto": se ve que no tenés la mínima idea acerca de lo que es un escritor: la escritura no es el lugar de los buenos modales, es el lugar donde se ponen en juego todas nuestras potencias, las mejores y las peores. Y esto otro que agregás ("si no te parece bueno el texto, entonces fijate si por lo menos podés rescatar algo") indica otro error aun más serio de tu parte: si pensás eso es que no te importa un carajo la literatura. Los que creen que se escribe para ganar amigos y tener un lugar en el "ambiente" son los que están pudriendo todo (no los únicos, por cierto, pero contribuyen mucho). ¿Ojo de lince cruel? No más cruel que cualquiera. Para mí, está chapita, tiene unos cuantos bulones flojos, como él mismo dice, y tengo la sospecha de que personalmente debe ser una persona bastante agradable. Respecto de gente así, dos actitudes recomendables: no tomarlos en serio (y aprovechar su ingenio para divertirse un rato) y no perder mucho tiempo ocupándose de ellos, que es lo que más quieren.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con lo que dice "uno más". La escritura no es el lugar de los buenos modales. No coincido con lo dicho acerca de su locura. Estar chapita o tener unos cuantos bulones flojos no es impedimento para ser hiperlúcido, ver la realidad tal cual es, más allá de las turbias percepciones de los sentidos ordinarios. Hay un tipo de locura que te abisma y de la que no salís más, caso Nietzsche o Hölderlín, pero hay otro tipo de locura, la de los místicos y santos, que sobrepasan la razón. Son considerados locos porque nadie los entiende, ven cosas que otros no ven, hablan con ángeles o contemplan mundos luminosos donde otros ven sombras. Se los llama "Locos de Dios". Un ejemplo célebre en la literatura es Don Quijote. Ojo de Lince dijo que era un Quijote al revés, veía enanos donde el Quijote verdadero veía gigantes. En otras palabras, lo que quiso decir es que nuestra literatura actual está poblada de cretinos, que se acabaron los grandes escritores y hasta los medianos. Los que han quedado son los pequeños. Si eso no es crítica feroz, no sé que es, pero crítica al fin. Lo que dice "último comment" es lamentable. Realmente debe ser alguien muy mediocre como escritor (lo que daría razón a Ojo de Lince) y encima un cero al as que no tiene la menor formación psicológica o filosófica. ¿Quien dijo que "los locos no se reconocen así mismos como lo que son"? No sé si Ojo de Lince sea un loco genial o un loco de mierda, no nos permitió conocerlo, porque no nos ofreció ningún texto propio. Un loco puede analizar su locura, ¿de dónde saliste "último comment?. ¿Te olvidas de Jacobo Fijman? Por otro lado, Ambrose Bierce, un escritor que mencionó mucho, dijo que todos somos locos, pero el que analiza su locura, se llama filósofo. Nietzsche dijo que en la locura siempre hay algo de razón y debo admitir que en muchas cosas que dijo Ojo de Lince hay razón. No coincido con "uno más" cuando afirma que buscó una módica notoriedad o hacer que se hable de él, me parece un razonamiento endeble. La lógica sana indica que si querés hacerte conocido, intentás que todo el mundo sepa quien sos, no te escondés en el anonimato. Si tan convencido estás de que sos genial, y tuvieras lo que Dalí, demasiada autoestima y vanidad, hubiera firmado con su nombre verdadero o, al final de la mascarada, hubiera hecho como los actores, sacarse la careta y salir a saludar al público, mostrándose. No lo hizo. No es un tirapedos, sino un tirabombas, porque si vos pensás que es un tirapedos, entonces, madre mía, ¿en qué lugar quedan las administradoras del blog? ¿Por unos simples pedos bajaron las persianas? ¿En qué lugar quedan los poetas agredidos? ¿Se bajaron porque se ofendieron de que alguien tiró pedos? Esto quiere decir que para liquidar a ciertos poetas no hacen falta bombas, bastan unos pedos. ¿Te das cuenta que lo que decís no es un insulto para Ojo de Lince sino para los demás? Nadie busca fama o notoriedad escribiendo comentarios en un blog, están en pedo si piensan así. Si me dijeras que esto mismo lo hizo en "Ñ", bueno, por ahí te doy la razón, pero ¿hacerse famoso por decir unas cuantas cosas en un blog? Quizás les responda mejor Heinrich Heine con este pensamiento que les dejo: "La verdadera locura quizá no sea otra cosa que la sabiduría misma que, cansada de descubrir las vergüenzas del mundo, ha tomado la inteligente resolución de volverse loca".

Anónimo dijo...

bueno che, cuántos sabios, cuántos ignorantes y cuantos susceptibles, todos cultos, todos ocultos, todos taaaan inteligentes y todos tan disímiles, tan genios algunos que tienen que salir a defender a otros genios y detractar a los que piensan diferente, bueno, bueno, ya pasa, es solo este fin de semana, ya pueden volver a guardarse hasta el próximo carnaval de sebitas

Anónimo dijo...

No, anónimo, no me refería a la intención de hacerse famoso ni a la búsqueda de notoriedad. O entendiste mal o me expresé mal. Hablo de otra cosa: de una necesidad psicológica de dar de qué hablar, de llamar la atención como sea, de convertirse en el centro de la reunión. Hablo de gente que padece una necesidad apremiante de que los demás se ocupen de lo que uno hace, aunque no sepan quien es uno. El que hace eso no busca hacerse famoso: apenas necesita probarse a sí mismo que existe. A todos nos pasa en mayor o menor medida, pero algunos no pueden contenerse y, cuando entran en ese juego, lo siguen sin parar, como quien no soporta la falta de una droga. Debo decir que el que firma como ojo de lince o con los nombres de otros personajes lo hace de manera casi genial: si se dedicara a libretista cómico, otra que Barcelona o Capusotto. Y es verdad que también dijo unas cuantas verdades, por ejemplo que nuestra literatura está poblada de mediocres y conformistas (no sé si cretinos, pero porque no sé bien qué alcance darle a esa palabra). Concuerdo, por lo tanto, en que se puede estar chapita y ser hiperlúcido. Lo que quise decir es que todo tiene un límite, y uno no puede pasarse todo el tiempo festejando o criticando las morisquetas -lúcidas o bobas o lo que sea- que hace alguien que no puede frenar su deseo de monopolizar la conversación. En cuanto a que para bajar a algunos poetas no hacen falta bombas sino pedos, lo demostró Aldazábal. Tanta sensibilidad herida da que pensar, ¿no? Es la posición del otro "anónimo", cuando patéticamente reclama que para reflexionar sobre literatura (no importa si en serio o en joda) hay que ponerse en el lugar del otro y comprender que uno puede herirlo o crearle inseguridades. ¿Qué clase de escritor es el que no puede bancarse que lo critiquen, justa o injustamente? ¿Desde cuando un verdadero escritor necesita tener seguridades? ¿Cómo se puede realmente hacer literatura sin estar dispuesto a enfrentar todo? Si lo que Aldazábal o quien sea necesita son mimos, que se dedique a otra cosa, o en todo caso que no quiera convencernos de que pretende hacer poesía, con todo el riesgo que eso implica.

Anónimo dijo...

"Alguien", si te molesta el anonimato, ¿por qué no enseñas con el ejemplo? El carnaval todavía no comenzó. Casi lo olvido: son "cebitas", no "sebitas".

Anónimo dijo...

"Uno más", te expresaste mal y te entendí peor. Pero vale tu aclaración. Ahora sí te entendí bien. Piensas que Ojo de Lince es un tipo de persona que padece una necesidad apremiante de que los demás se ocupen de lo que él hace, aunque no sepan quien es uno. Lo que se conoce como narcisismo patológico. Yo no hallé rastros de narcisismo patológico en Ojo de Lince. Tal vez algo del narcisismo normal que todos los escritores y artistas tenemos: ¿a quién no le gusta que alguno diga que tu poema o cuento o novela es una genialidad o a un humorista que alguien festeje un chiste que ha contado o a un actor que lo aplaudas por su actuación? Pero si vos hacés referencia al narcisismo patológico, ese tipo de narcisismo donde no hay suficiente estabilidad en las representaciones del yo, ni suficiente cohesión, falta de coherencia y discriminación entre las representaciones de si mismo y las de los otros, me parece que es ir demasiado lejos. Te pongo este ejemplo: una de las administradoras del blog (Marina) le pidió que le aclare a Aldazabal que no hablaba en serio, sino en joda. Ojo de Lince no se hizo rogar, enseguida hizo lo que le pidieron, supo frenar cuando le dijeron basta. No la siguió, cambió hasta el tono de su discurso, no hubo más jodas ni gastadas. El tipo que tiene un problema de narcisismo patológico no frena nunca, no tiene límites ni sabe reconocer límites. Le decís ya está, no sigas, pero es como si le hablaras a una pared. Te la sigue tanto que aquello que al principio te diviertía, te cansa y terminás fastidiado. Es como el hiperkinético, por más que le digas que no se mueva o se quede quieto, tiene tanta pila que no para de moverse nunca. Lo sé porque mi hija de cinco años es así, es superpila e histriónica (como su madre aclaro, ja, ja, que es psicóloga y actriz), y bueno, no puede parar. Y si la obligás a sentarse un rato, a quedarse quieta, verla te parte el alma porque ella lo sufre como si le hubieras aplicado un castigo terrible. El escritor que firma como Ojo de Lince no es más loco que cualquier otro escritor, de hecho celebra la locura, no lo espanta. "Último comment", por ejemplo, no lo entendió. Ojo de Lince aclaró bien que la causa de que en este tiempo la locura esté en baja es por exceso de normalidad. Es verdad que no hay genialidad en la locura, pero eso no impide que existan locos geniales o genios locos. Estoy de acuerdo contigo en varias cosas que señalás. Por ejemplo, que si Ojo de Lince fuera un humorista sería impagable. También estoy totalmente de acuerdo con lo que decís sobre que el escritor tiene que bancarse lo que venga, sea buena o mala la crítica, justa o injusta. A la poesía de Silvestri la trituró en un mortero, la hizo polvo, la disolvió y la arrojó a los caños. Decí que la enana es dura y no la desarmás tan fácil, va a seguir con la suya aunque le tiren bombas, misiles, torpedos o pedos. Y así debe ser, si vos crees que lo tuyo vale, no podés dejarte desanimar por críticas en contra, sean escritas en serio o en joda. Yo la felicito a Silvestri. Pero a otros parece que le disparás una andanada de pedos y quedan fusilados. Lo mataste de un pedo. Un tipo así, si le afecta una joda, te imaginás que con una crítica seria, si es demoledora, no se levanta más. Tanta sensibilidad herida da que pensar y mucho, como decís. Aldazabal debe entender que en este medio es así, los escritores o los críticos no son abuelitas cariñosas ni tías condescendientes que te aplauden por cualquier monería que hagas. De acuerdo otra vez. Ja, ja, sobre el anónimo que habla de empatía y cree en los ángeles, yo advertí lo mismo. Debe ser un escritor/a de libros de autoayuda superación y mejora personal de la autoestima. También debe creer en hadas y elfos. No coincido contigo en eso de que Ojo de Lince actuó así por un deseo de monopolizar la conversación. Si vos te enganchabas, te daba lugar. Es un provocador, lo que quería era hallar respuestas sobre por qué se está escribiendo mal, pero no encontró interlocutores, salvo Cecilia Romana que luego se bajó (imagino que por consejo de alguien). Ojo de Lince es un ironista. Finge no saber lo que bien sabe. ¿Un Sócrates moderno que vino a ayudarnos a sacar de nuestro interior lo mejor? A mi me gustaría (desearía) creer que esa fue la oculta generosidad de su propósito. ¿A quién le preocupa hoy día si se escribe bien o mal? La mayoría de los escritores que conozco están más preocupados en saber si su libro se vende bien o mal. Es una suerte de profeta lírico que vino a recordarle a algunos que la literatura es arte. Mirá sus referentes, desde los poetas clásicos hasta modernos como Manuel J. Castilla, Veiravé, Sola Gonzalez, Arturo Carrera, Chirom, Aulicino, Freidemberg, Laiseca, hasta ahí encuentra todo lo que un poeta debe tener. Te acepta lo clásico y tradicional pero se queja de que ya no hay innovación. Provocó a todo el mundo, quería ver quien se enganchaba y le seguía la joda, como no logró hacer que algún otro reaccionara, la terminó. Es un provocador, un tipo que quiere promover discusión en torno a la literatura, hacer pensar, algunos lo entendieron así y yo también. Saludos

Anónimo dijo...

Perdón, una aclaración importante. Trabajo en el medio editorial y al hablar de escritores más interesados en la venta que en el arte hago referencia a algunos escritores que son autores de libros de ficción y no ficción.

No hablaba de los poetas, of course. También soy poeta. Hasta ahora publiqué en revistas, algunas plaquetas y en libros colectivos.

Anónimo dijo...

Este "ojo de Lince" (y casi todos los demás, que son el mismo) es algo así como Cristo: el camino, la verdad, y la vida.

V.L.

Anónimo dijo...

LEÓN FELIPE

PERO YA NO HAY LOCOS
(Fragmento)
De El payaso de las bofetadas (1938)

Ya no hay locos, amigos, ya no hay locos.
Se murió aquel manchego,
Aquel estrafalario fantasma del desierto
Y ... ¡Ni en España hay locos!
¡Todo el mundo está cuerdo,
Terrible, monstruosamente cuerdo! ...
¡Qué bien marcha el reloj!
¡Qué bien marcha el cerebro!
Este reloj ..., este cerebro,
Tic-tac, tic-tac, tic-tac, es un reloj perfecto ...,
Perfecto, ¡perfecto!

Anónimo dijo...

ANTONIO MACHADO

UN LOCO
De: Campos de Castilla (1912/1917)



Es una tarde mustia y desabrida
de un otoño sin frutos, en la tierra
estéril y raída
donde la sombra de un centauro yerra.

Por un camino en la árida llanura,
entre álamos marchitos,
a solas con su sombra y su locura
va el loco, hablando a gritos.

Lejos se ven sombríos estepares,
colinas con malezas y cambrones,
y ruinas de viejos encinares,
coronando los agrios serrijones.

El loco vocifera
a solas con su sombra y su quimera.
Es horrible y grotesca su figura:
flaco, sucio, maltrecho y mal rapado,
ojos de calentura
iluminan su rostro demacrado.

Huye de la ciudad... Pobres maldades,
misérrimas virtudes y quehaceres
de chulos aburridos, y ruindades
de ociosos mercaderes.

Por los campos de Dios el loco avanza
tras la tierra esquelética y sequiza
—rojo de herrumbre y pardo de ceniza —
hay un sueño de lirio en lontananza.

Huye de la ciudad. ¡El tedio urbano!
— ¡carne triste y espíritu villano!—.

No fue por una trágica amargura
esta alma errante desgajada y rota;
purga un pecado ajeno: la cordura,
la terrible cordura del idiota.

Anónimo dijo...

ERASMO DE ROTTERDAM

ELOGIO DE LA LOCURA

Capítulo I


Habla la estulticia


Diga lo que quiera de mí el común de los mortales, pues no ignoro cuán mal hablan de la Estulticia incluso los más estultos, soy, empero, aquélla, y precisamente la única que tiene poder para divertir a los dioses y a los hombres. Y de ello es prueba poderosa, y lo representa bien, el que apenas he comparecido ante esta copiosa reunión para dirigiros la palabra, todos los semblantes han reflejado de súbito nueva e insólita alegría, los entrecejos se han desarrugado y habéis aplaudido con carcajadas alegres y cordiales, por modo que, en verdad, todos los presentes me parecéis ebrios de néctar no exento de nepente, como los dioses homéricos, mientras antes estabais sentados con cara triste y apurada, como recién salidos del antro de Trofonio.

Al modo que, cuando el bello sol naciente muestra a las tierras su áureo rostro, o después de un áspero invierno el céfiro blando trae nueva primavera, parece que todas las cosas adquieran diversa faz, color distinto y les retorne la juventud, así apenas he aparecido yo, habéis mudado el gesto. Mi sola presencia ha podido conseguir, pues, lo que apenas logran los grandes oradores con un discurso lato y meditado que, a pesar de ello, no logra disipar el malhumor de los ánimos.

Anónimo dijo...

ANÓNIMO
EL HUEVO
CUENTO TRADICIONAL SUFÍ


Cierta mañana, Nasrudin, el loco más sabio que jamás ha existido, envolvió un huevo en un pañuelo, se fue al centro de la plaza de su ciudad y llamó a las personas cuerdas que pasaban por allí:

- “¡Hoy tendremos un importante concurso!”, dijo. “Quien descubra lo que está envuelto en este pañuelo recibirá de regalo el huevo que está dentro”.

Las personas cuerdas se miraron, intrigadas. Nasrudin insistió:

- “Lo que está en este pañuelo tiene un centro que es amarillo como una yema, rodeado de un líquido del color de la clara, que a su vez está contenido dentro de una cáscara que se rompe fácilmente. Es un símbolo de fertilidad y nos recuerda a los pájaros que vuelan hacia sus nidos. Entonces, ¿quién puede decirme lo que está escondido?”

Todas las personas cuerdas pensaban que Nasrudin tenía en sus manos un huevo, pero la respuesta era tan obvia que nadie quiso pasar vergüenza delante de los otros quedando como un tonto. ¿Y si no fuese un huevo, sino algo muy importante, producto de la fértil imaginación espiritual de los sufís? Un centro amarillo podía significar algo del sol, el líquido a su alrededor tal vez fuese algún preparado de alquimia. No, no, aquel loco estaba buscando que algún cuerdo hiciera el ridículo.

Nasrudin preguntó dos veces más y ningún cuerdo se arriesgó a decir algo insensato por temor a que se oyera como una locura. Entonces, el loco abrió el pañuelo y mostró a todos el huevo.

- “Todos vosotros sabíais la respuesta”, afirmó, “y nadie osó traducirla en palabras. Así es la vida de aquellos que no tienen el valor de arriesgarse: las soluciones nos son dadas generosamente, pero estas personas siempre buscan explicaciones más sensatas, y terminan no haciendo ni entendiendo nada. Sólo una cosa convierte en imposible un sueño: el miedo a fracasar.

Anónimo dijo...

"Dime de qué alardeas y te diré de qué careces", dijo alguien. El que alardea de refinado es que no soporta su propia vulgaridad; el que alardea de loco es que no soporta su propia e infinitamente mediocre cordura.
Una virtud de los incontinentes: entre todo lo que se pasan vomitando aparecen cosas interesantes o muy interesantes.
Un defecto de los incontinentes: hartan, cansan, aburren.

Anónimo dijo...

ALFREDO VEIRAVÉ

TAMBIÉN LA POESÍA ES DESACUERDO CON EL MUNDO
de La Máquina del mundo, 1977



Puede haber un cuervo
en el subterráneo imperio de las sombras:
sin comparaciones obligadas él rechaza la palabra
"conocimiento"
como una prueba paciente de las fórmulas.
No sé tampoco por qué insistimos en perseguirla
con signos cuneiformes
o si somos acaso perseguidos por ella como un mar de adentro
en las despedidas de Odiseo
o someternos. Al fin y al cabo
no somos antenas de la raza (pararrayos celestes) sino
una poca cosa falsificadora
suave en los instrumentos
corolarios innecesarios
doctores de la vanidad personal
incompatibles con el mundo.

Anónimo dijo...

BLAS DE OTERO

EN EL PRINCIPIO
de Pido la paz y la palabra, 1955


Si he perdido la vida, el tiempo, todo
lo que tiré, como un anillo, al agua
si he perdido la voz en la maleza,
me queda la palabra.

Si he sufrido la sed, el hambre, todo
lo que era mío y resultó ser nada,
si he segado las sombras en silencio,
me queda la palabra.

Si abrí los labios para ver el rostro
puro y terrible de mi patria,
si abrí los labios hasta desgarrármelos,
me queda la palabra.

Anónimo dijo...

LOPE FÉLIX DE VEGA Y CARPIO
A LA NOCHE
De Rimas (1609)


137

Noche fabricadora de embelecos,
loca, imaginativa, quimerista,
que muestras al que en ti su bien conquista,
los montes llanos y los mares secos;

habitadora de celebros huecos,
mecánica, filósofa, alquimista,
encubridora vil, lince sin vista,
espantadiza de tus mismos ecos;

la sombra, el miedo, el mal se te atribuya,
solícita, poeta, enferma, fría,
manos del bravo y pies del fugitivo.

Que vele o duerma, media vida es tuya;
si velo, te lo pago con el día,
y si duermo, no siento lo que vivo.

Anónimo dijo...

Me rindo.

Anónimo dijo...

Dedicado a "Uno Más"
Con sincero afecto.

Cortesía de "Un espíritu juguetón"


GABRIEL CELAYA

DESCANSO
De Trayectoria Poética. Antología, 1993

Con ternura, con paz, con inocencia,
con una blanda tristeza o el cansancio
que viene a ser un perro fiel que acariciamos,
estoy sentado en mi sillón y soy feliz,
y soy feliz
porque no siento la necesidad de pensar algo preciso.

Con una fatiga que no es un desengaño,
con un gozo que no alienta esperanzas,
estoy en mi sillón, y estoy
en algo que quizás sólo es amor.

Sé que floto
y nada me parece sin embargo indiferente;
sé que nada me alegra ni me duele
y que sin embargo todo me enternece;
sé que eso es el amor,
o que quizá solamente es un dulce cansancio;
sé que soy feliz
porque no siento la necesidad de pensar algo preciso.

Anónimo dijo...

ANÓNIMA:
¡Cómo cansan!
se ve que ojo de lince y alguno de los anónimos intentan disfrazar ciertas envidias bajo un manto de ironías y frases explosivas.
¡cómo cansan!
me parece que estos tiempos la estética "linceana" responde a los cánones más hegemónicos y aceptados por la cultura televisiva y adolescente que nos inunda y agobia.
no sé.... soy una simple lectora
¿alcanza?

Anónimo dijo...

Al anterior a mí le digo: La q aburrís sos vos, siempre lo mismo. Cansás. No sos una simple lectora. Cansás de verdad.

Anónimo dijo...

Hola gente, soy Ojo de Lince, el verdadero.


A simple lectora. Te doy mi palabra que no soy el autor de ninguno de los textos que me han atribuido últimamente.

Firmo mis textos como Ojo de Lince. Y si alguno firma como Ojo de Lince aclaro que no soy autor de ese texto y a mi nick agrego "el verdadero" entre paréntesis.

Tampoco publiqué los poemas que han hecho reaccionar a algunos como si lo posteado fueran insultos. ¿Qué tienen los poemas de León Felipe, Antonio Machado, Alfredo Veiravé o Lope de Vega, que algunos/as reaccionaron como si fueran agravios encubiertos?

Por mi lado, no encuentro nada ofensivo ni agraviante en la sana ocurrencia de publicar esos poemas. ¿Qué sentido tiene postear estos textos? Habría que preguntárselo a quien se le ocurrió publicarlos.

Probablemente la idea haya sido compartirlos, no se me ocurre ninguna otra intención (ni mala ni buena). Pensar otra cosa sería llevar la mala fe demasiado lejos.

Creyendo que soy yo quien está detrás de algunos comentarios recientes me cuelgas el rótulo de envidioso. Puedo asegurarte que mi envidia es tan selectiva como mi gusto literario.

Puedo envidiar a escritores como Jorge Luis Borges, Octavio Paz, B. Traven, Malcolm Lowry, Gabriel García Márquez, Arthur Rimbaud, Dylan Thomas, António Lobo Antunes, César Vallejo, Augusto Monterroso, José Saramago, Alfredo Veiravé, Alfonso Sola González, Severo Sarduy, Alejandra Pizarnik, Arturo Carrera, Henri Michaux, Gottfried Benn, Rainer María Rilke, James Joyce, Juan José Saer, y una extensa e interminable lista de enormes talentos que quiero y admiro mucho, pero ¿no pretenderás que lo que he escrito sobre Aldazabal, Silvestri, Soifer, etc., es producto de la envidia?.

Existen otros modelos mucho más admirables para envidiar, ¿no te parece? Aquí mismo admiro y respeto a una joven colega que, a mi juicio, dejó de ser una promesa para convertirse en una realidad: Cecilia Romana. Pero mi admiración me inhibe para tomarla en solfa. Podré chancear a su costa, pero nunca con su poesía. Y lo mismo vale para Chirom, Freidemberg o Aulicino. Estamos hablando de tres poetas muy representativos de la generación del '80.

Podré hacer un chiste a sus costas, pero no sobre una poesía que valoro y admiro. Simulando ser el Rebe Jacob, hice mención de la revista "EL Jabalí", una publicación admirable por donde se la mire. Y es mérito de Daniel. Además el gusto poético de Daniel Chirom es exquisito. Y tan buen tipo, tan buen tipo, que no podés evitar quererlo. Pero ya que te permites insultar mi inteligencia, por lo menos respeta mi envidia.

Y ya que de envidia hablamos, simple lectora, ¿has leído el ensayo de Fernando Savater "La envidia es una virtud democrática"? En este texto admirable, Savater sostiene que "donde hay envidia democrática el poderoso no puede hacer lo que quiera. Si hay quienes no pagan impuestos, comienza la reacción de aquellos que envidian esa situación y exigen que los privilegiados también paguen. Sin la envidia es muy difícil que la democracia funcione. Hay un importante componente de envidia vigilante que mantiene la igualdad y el funcionamiento democrático".

Savater observa también que la envidia que a él le provocaron los grandes escritores fue un motor fundamental en su vida (y en la mía también). Por ejemplo, el deseo de emulación que le suscitó Borges a los dieciséis años, y luego la admiración hacia Shakespeare y Thomas Mann, decidieron su vocación de escritor.

Según Savater hay dos tipos de envidia, una que es mezquina y pretende adueñarse del bien ajeno haciendo todo lo posible por opacarlo y otra que carece de mezquindad y que no intenta apropiarse del bien ajeno ni desea que el talento de otros desaparezca.

Te doy mi palabra que mi envidia no es mezquina, sabe valorar y admirar el talento ajeno. Y si bien es cierto que a veces pienso que me gustaría escribir mucho mejor, al estilo de fulano o mengano, me consuelo cuando recuerdo que Borges tampoco estaba conforme con su escritura o que quiso ser cualquier otro escritor menos Borges.

La inconformidad o disconformidad con lo propio es un rasgo común que compartimos todos los escritores, sin excepción; nunca estamos conformes con ser lo que somos nosotros mismos. Envidiamos sanamente (sin mezquindad) el talento ajeno porque aspiramos a escribir mejor de lo que somos capaces de escribir. Y si como escritor te conformas con lo que escribes y no aspiras a más es porque, realmente, eres muy mediocre.

Lo último que quiero hacer, simple lectora, sin ánimo de crítica, es sugerirte que nunca defiendas a un escritor usando argumentos psicológicos o moralistas como el de la envidia. Si eres monja o teóloga te entiendo, pero esos argumentos moralistas o teológicos no te sirven para juzgar conductas literarias. Savater te demuestra que la envidia sin mezquindad puede ser un poderoso motor que impulse grandes vocaciones literarias.

Si te sientes capacitada para salir en su defensa, por lo menos utiliza argumentos literarios. Decirme a mi o cualquier otro escritor que critica a un colega que lo hace de puro envidioso, no es argumento literario sino un simple rezongo de abuelita o de tía indignada que sale a defender al nieto o al sobrino como una gallina a sus polluelos. Nada más. Saludos, lo cortés no quita lo valiente.

Y aunque incurra en la escritura sandwich vuelvo a firmar Ojo de Lince para que no queden dudas.

Anónimo dijo...

ojodelince
no respondiste a la segunda parte de mi mensaje. Solo argumentaste -muy bien- a favor de la envidia... ¿será que dolió un poco la acusación?
Por otra parte, yo decido desde el lugar en que quiero escribir,y ahora no me pinta en absoluto utilizar "argumentos literarios".
¿por qué? ¿quién pone las reglas del juego? ¿vos son el que decide -por todos y todas- desde donde "debo" argumentar?
¿Acaso este un sitio solo para elegidos y selectos escritores y poetas y los demás nos quedamos afuera? ¿al resto solo nos queda leer pero no opinar?

me caes bien....pero te falta mucho

lasimplelectorametafísicateológicaypsicológica

PD: que yo sepa no soy tía ni prima ni sobrina ni madre ni hija ni nieta ni cuñada de ninguno de los que nombraste

Anónimo dijo...

De Ojo de Lince a simple lectora metafísica teológica y psicológica (el título de metafísica te lo añadiste tú, pillina):


No me arrogaría el derecho de imponerle a nadie el lugar desde dónde debe comentar. Aun cuando hay quienes me tildan de reaccionario, estoy a favor de la liberación femenina y en contra de los abusos y violencias de género. Seré un gato salvaje, pero también un caballero, como Tarzán.

Usar argumentos literarios no implica -necesariamente- ser escritor. Mi comentario no expresa la idea de descalificación, sino la de especialización. Ningún escritor defendería a otro usando un argumento moralista diciendo cosas como fulano ataca a mengano o zutano por envidia. Está bien que hay cierto vedettismo en los escritores, pero no somos bataclanas, caramba, y dicho sea esto sin ofender a las plumíferas nudistas (aunque ahora muchas salen desplumadas).

Admití que soy envidioso, pero un envidioso sano, no mezquino. Puedo querer para mi un equivalente de talento igual o proporcional al que natura da a otros escritores (Borges, Paz, Saer, etc.) con excesiva generosidad, pero, ya sabemos, lo que natura non da...

No soy de esa clase de envidioso bilioso, traicionero y destructivo, de esos que se alegran cuando se muere el escritor rival o ruegan que no triunfe o le vaya mal. Prefiero ser cola de león (solidaridad felina) antes que cabeza de ratón. Siendo cola de león siempre queda la impresión de ser parte de algo más grande. Seré cola de cometa, pero estrella brillante al fin.

Además, simple lectora, aquí hay alguno que otro comentarista que parten de un falso supuesto: aquel que consiste en creer que quien escribe bajo el nick de "Ojo de Lince" es un escritor completamente ignoto.

Admito que no soy famoso, pero tampoco Juan de los Palotes. Soy menos conocido de lo que realmente querría ser y mucho más conocido de lo que quizás suponen tú u algún otro. Hasta es probable que me hayas leído.

De modo que si tu comentario sobre mi envidia se basa en el supuesto de que soy un escritor ignoto, que envidia la notoriedad de algún otro, te aseguro que no es así, en absoluto. Y te digo más, mis libros no solamente se publican en nuestro país, sino también en el exterior.

No me considero famoso, pero si exitoso. Realmente me va muy bien, es verdad, no cuento. Y que me vaya bien me pone muy feliz y estar feliz (mientras la racha dure) me pone a salvo de esas tirrias irracionales de quienes están verdaderamente frustrados.

En cuanto a los poetas mencionados (Chirom, Freidemberg, Aulicino), son autores que me gustan mucho y disfruto de su poesía. Los leo desde sus primeros libros. Creo que merezco, como premio a esa constancia, hacerlos objeto de alguna travesura leal y gastarlos un poquito (poniendo énfasis en su venerable edad). Cariñosamente, claro.

¿Alguno creyó que el Rebe Jacob mandaría a Daniel Chirom al Muro de los Lamentos para expiar el grave pecado de ponerle un nombre de cerdo, "El Jabalí", a su revista literaria o que Aulicino tiene escondida una colección encuadernada de la revista Codelín o que leía Pepín Cascarón de chico? Si fuera así, se la compro.

Yo sí los leía, ja, ja, por eso me acuerdo. Mi tío era un obrero gráfico que trabajaba en la Editorial Códex y le traía a su hijo, que para mi era como un hermano mayor, aquellos ejemplares de prueba que, por estar fallados, no salían a la venta. Las revistas que dejaba mi primo, como la ropa, las heredaba yo. Y con esta humilde herencia literaria, sin quererlo, mi tío ayudó a mi madre en su esfuerzo de estimular en su hijo el gusto por la lectura.

Sé admirar y reconocer méritos ajenos, simple lectora, sean escritores maduros o jóvenes, hombres o mujeres. Entre las mujeres, mencioné a Cecilia Romana. Olvidé mencionar a Cristina Piña, una excelente poeta y una crítica aguda, conozco ambas facetas de su obra y también es alguien que admiro mucho como escritora. También leo a María Rosa Lojo, Liliana Lukin, Diana Bellesi (la amo), María del Carmen Colombo, Dolores Etchecopar, Paulina Vinderman, Irene Grüss, entre muchas otras poetas.

Respecto a la segunda parte de tu anterior comentario: ya respondí a otro anónimo (que pretende ver en mi a un periodista tipo CQC que se infiltró en este blog para burlarme de los poetas. Según este anónimo, uso las mismas técnicas que se emplean en este programa de televisión. Le respondí que detesto ese tipo de humor.

Mi humor se inspira en fuentes literarias antes que mediáticas. La literatura picaresca me divierte mucho más que Pergolini o Tinelli. Tengo debilidad por los pícaros y si hubiera nacido en la Edad Media francesa habría hecho lo imposible por ser amigo de François Villón. Ahora dejame hacerte una pregunta: ¿no serán aquel anónimo y tú la misma persona? Ambos sostienen lo mismo. ¿Coincidencia?

Me alegra ser alguien que te "cae bien", pero no entendí eso de que "me falta mucho". No soy un humorista, si a eso te refieres. No tengo escritos libros de humor o sobre el humor, solo cierto sentido del humor, a veces chispeante, otras veces negro.

Ahora si tu comentario va dirigido a señalar algún otro defecto o alguna carencia de escritor, bueno, primero tendrías que leer algo de lo que he publicado.

No creo que hagas referencia a mi persona porque primero tendrías que conocerme bien para luego juzgarme. Tengo vicios o defectos como cualquiera, naturalmente, pero también el buen criterio de intentar corregirlos.

La perfección no es humana, sino divina. Ni siquiera los ángeles son perfectos pues desconocen lo que conocen los hombres (la sexualidad, por ejemplo) y tampoco los hombres lo son porque desconocen aquello que disfrutan los ángeles (la bienaventuranza, la presencia divina, la armonía celeste, la inmortalidad, la eternidad, etc.)

Aclaras que no eres tía, prima, sobrina, madre, hija, nieta ni cuñada de ninguno de los poetas que nombré, pero puedes ser hermana, novia, pareja, esposa o amiga de alguno de los nombrados e igualmente sentirte mortificada si alguno se burla de alguien que quieres.

Bueno, simple lectora, todo bien, no tomé a mal tu comentario. Hay cuero para soportar críticas, sequías y malarias, así que dele nomás. Critique, opine, diga lo que sienta o pegue cuanto quiera, despachese a gusto contra este gato montés.

No censuro a nadie, defiendo tu derecho a opinar distinto aunque sea en mi contra. Como le respondía de niño a ciertos vecinos ancianos y malhumorados que se empeñaban en no dejarme circular por sus veredas con mi bicicleta: "la calle es libre."

La literatura es una calle libre y de doble mano, simple lectora; por ella transitamos a diario una multitud de escritores y lectores. Digo más, sin ese circuito que juntos recorremos, escritores y lectores, una obra literaria no está completa.

Se comienza escribiendo para uno mismo, eso es cierto. Uno es el primer lector de lo que escribe, pero una vez que el libro se independiza del autor (porque una vez publicado todo libro tiene su vida propia), ya no nos pertenece; le pertenece a quienes lo leen. Cada lector se relaciona con ese libro de un modo personal e intransferible, afortunadamente.

En realidad, como Borges, me jacto de los libros que he leído, más que de aquellos que he escrito. Y puedo asegurarte que leo muchísimo.

Puedo leer libros en sus lenguas originales (incluyendo algunas lenguas orientales, hebreo, chino y sánscrito, p. e.), lo que me da acceso a una literatura tan rica como vasta, tan diversa como universal. Aclaro que leo hebreo, pero no soy paisano del Rebe Jacob. Nada más, simple lectora, te dejo mis cordiales saludos

Anónimo dijo...

ojodelince o gatitohervivoro debo decir?

¡cuántos caminos me ofrecés para responder tu mensaje!
no me decido cuál tomar, por lo que intentaré caminar por varios a la vez.

Me halaga que un escritor taaan reconocido y exitoso se tome el trabajo de responder a esta simplelectora. Pero prefiero no jactarme de nada, ni de mis lecturas realizadas ni de las que me faltan.
Tampoco me divierte apelar a mi curriculum vitae para legitimar mis opiniones o contraopiniones.
Además, gracias....pero mis derechos me los defiendo solita.
Muy linda la anécdota del tío.
Comparto el gusto y la admiración por varios de los y las poetas que nombras, aunque algun@s hayan errado el camino.
No lo veo a tarzán muy a favor de la equidad de géneros y la liberación de jane & cia.
Nunca hice referencia a tu escritura, va por otro plano mi comentario.

Tanta cordialidad me abruma, ¿dónde quedaron las espinas?

lasimplelectora o juanadelospalotes

PD1: ¿jugamos a las escondidas? ..... puede ser
PD2: Desde mi óptica propia, sentirme mortificada por eso es un valor apreciado
PD2: ¿venís del palo de la comunicación / educación? El uruguayo Mario Kaplun dice algo como que "la comunicación es una calle ancha que cruza con compromiso y comunidad" (creo)

Anónimo dijo...

De Ojo de Lince a Juana de los Palotes (Ex simple lectora, etc.)

Comienzo por responder tu PD2, bingo, acertaste, razón por la que, presumo, habrás leído algo mío. He escrito también sobre periodismo contrainformativo, soy, efectivamente, del palo de la comunicación/ educación, pero también hago crítica literaria desde un enfoque de la sociología del lenguaje. Por muchos años fui redactor publicitario. Hago periodismo contrainformativo y muchas otras cosas.

Me encanta saber que lees a Mario Kaplun, pero no le robé la idea, lo juro, es algo que le debo realmente a Don Ladislao, un insufrible vecino polaco malhumorado que no soportaba que ningún chico juegue frente a su casa. Si una pelota caía a su jardín o al terreno lindero donde él tenía su huerta (entonces la gente tenía la quintita y gallinero en el fondo de sus casas), las traía simulando que iba a devolverlas, las pinchaba delante de nuestras narices y arrojaba la pelota pinchada a la calle. Nuestra rebeldía consistía en seguir jugando al fútbol con la pelota pinchada, ja, ja. Y gritar lo más fuerte posible para hacerle ver que igualmente nos divertíamos, pero como eventualmente me tocaba ser el sufrido dueño de alguna pelota averiada, la recibía sin demostrar ningún dolor, inmutable e impertérrito, fingía indiferencia pero tenía el corazón hecho bolsa. No es anécdota, preguntale a cualquier chico pobre que se siente perder su único entretenimiento y vas a confirmar que lo que te cuento es cierto.

Te decía que no soy famoso, pero si relativamente conocido. Me basta ser respetado por algunos colegas. ¿Por qué no habría de responder a una simple lectora? Dejando tu ironía al margen (esa de sentirte halagada por la respuesta de un escritor "taaan" reconocido y exitoso), te cuento que muchos escritores realmente importantes me respondieron, en su momento, como a un simple lector y hoy día tengo la felicidad de contarme o haberme contado (por estar fallecidos como Veiravé) con su distinguida amistad. Y con aquellos que no hice una amistad, les debo igualmente haberme beneficiado con sus oportunos y certeros consejos.

Los grandes escritores son siempre generosos, aun cuando, como Abelardo Castillo, no sean amables al juzgar tus poemas o cuentos. Pero una crítica de Abelardo Castillo puede ahorrarte muchos años de intentos inútiles, corta sin anestesia, pero sabe por dónde cortar, con precisión de cirujano. Un groso el maestro, alguien que también quiero mucho.

Por eso me sorprende la susceptibilidad de algunos jóvenes poetas de hoy día, no me refiero a Aldazabal, no es la única excepción, conozco a muchos otros que traen sus poemas esperando halagos, no un juicio honesto. Por mi lado, suelo agradecer más al que me critica con honestidad que a quien me halaga falsamente o por compromiso. Este último es el que realmente te impide crecer como escritor.

Cualquier poeta o escritor que haya pasado por el taller de Abelardo Castillo sabe que él es así, directo e irónico, sin pelos en la lengua, pero una crítica del maestro vale oro. Si un gran escritor responde a un lector, bien puede uno mediano, demostrar una similar predisposición hacia la cortesía.

Y lo que conté de mi tío materno, no es anécdota ni un cuento del tío, es la pura verdad, sus ayudas aliviaron más de una vez el bolsillo de mis padres. En ese tiempo un trabajador gráfico de Códex ganaba bastante bien. Luego pasó a Dante Quinterno (de ahí venían las revistas de Pepín Cascarón) y finalmente a García Ferré. Allí estuvo hasta que se jubiló, poco antes de que la editorial se vendiera.

¿Por qué plano va tu comentario? Simple curiosidad. Ya sabes aquello de que la curiosidad mató al gato, pero es parte de la naturaleza gatuna ser curiosos.

A veces, Juana de los Palotes, las espinas son un mecanismo de defensa, otras, parte de la misma naturaleza. No hay que dejarse engañar por las apariencias: debajo de una corteza espinosa puede ampararse un espíritu amable.

El aguará guazú, ¿has visto alguno? Yo sí. Su aspecto enorme, su tranco extraño y su impresionante aullido (te espeluzna todo si no sabés que clase de bicho es) le hicieron fama de mal bicho (dio origen a la leyenda del lobizón), pero no es depredador y es tímido ante la presencia humana.

¿Jugar a las escondidas? Sí, a veces soy como el Gato de Cheshire, me hago invisible y lo único que queda de mi es una gran sonrisa ladina. Gracias Juana de los Palotes, debes ser una colega que, como a mi, le gusta comunicarse con la gente. Saludos

Anónimo dijo...

Sos un plomo verborrágico, O de L: conocido o desconocido, con o sin trayectoria, el resultante es ese: un insufrible plomo verborrágigo. Ningún pergamino te salva de eso.

V.L.

Anónimo dijo...

de juanadelospalotessorprendida a ojodelince

¿Será que habré leído algo tuyo en mis épocas de estudiante?, ¿mis alumnos te seguirán leyendo hoy día?, ¿será que transitamos los mismos pasillos?...

En relación al plano o a la lógica de mis comentarios, lo que quiero decir es que: OK, los y las escritore/as y poetas deben bancarse las críticas –comparto- pero los críticos también deben soportar las críticas de sus críticas; y deben tener presente -sobre todo- que no todos ni todas tienen por qué tener el mismo sentido del humor y reaccionar de la forma en que el crítico espera que reaccione. ¿No te parece?
Lo digo en general, más allá de que la poesía de Aldazabal me guste por tener esa pasión tranquila y furiosa tan difícil de encontrar.

La simplelectora te saluda

PD1: seguimos con los felinos…..en oriente soy gata de madera (aunque para algunos somos conejo o liebre)
PD2: ¿el Gato de Cheshire?... mira vos. Justamente preparaba el programa de un seminario y entre la bibliografía incluyo el capítulo 7 de Alicia… mirá vos

Anónimo dijo...

Ojo de Lince a V. L.

Sin palabras.

Ojo de Lince a Gata de Madera

Si fuiste estudiante de ciencias de la comunicación, periodismo o letras, es probable que hayas leído algún texto mío. Si lo disfrutaste o padeciste dependerá de cómo hayan trabajado el texto.

En cuanto a tus alumnos, no lo sé, depende de la bibliografía que use cada profesor. Lo que ocurre en este mismo blog pasa en otros sitios: a unos les caigo bien, a otros más o menos y otros directamente no les caigo.

No pretendo que todo el mundo me ame y me acepte. No es difícil ser amado y aceptado por todo todo el mundo. La fórmula es muy fácil: nada más tienes que decirle a cada uno aquello que desea oír, halagar su vanidad y estimular su autoestima. Dile a algún escribidor: ¡Eres un escritor genial!

Con eso solo te aseguras su inmediata simpatía y todos estarán de acuerdo en qué eres un gran crítico, aunque lo que pretenciosamente llaman "crítica" no sea otra cosa que lisonja. Sobarle el lomo o dorarle la píldora al escritor no es crítica.

Estoy de acuerdo con todo lo demás, especialmente con lo que dices sobre la capacidad del escritor o el crítico para aceptar otros criterios, aun los adversos. A mi siempre me han servido mejor los últimos.

Cruce en los pasillos. Si los pasillos son de Buenos Aires o los de La Plata, no creo, salvo por accidente. Si son pasillos de la Nacional de Rosario, Nacional de Entre Ríos, Regional de Resistencia o del Nordeste, es casi seguro. Por allí pasó y por aquí sigue pasando el gato montés.

Bueno, tu admiración por la poesía de Aldazábal explica que te haya molestado (o indignado ¿por qué no?) lo que escribí. Gustos son gustos y sobre gustos no hay nada escrito. Veiravé solía decirme que hay que ser totalmente irrespetuoso o irreverente con los textos, le hice caso y sigo haciéndole caso.

Hay algunos que piensan que solo es lícito ser parricidas. Soy parricida, filicida, fratricida, etc. ¿Por qué considerar a quienes a los que están ahora en el candelero o los vienen detrás como intocables? ¿Solamente debemos hacer leña de los grandes árboles caídos? Soy hachero chaqueño, chamiga, y hago leña de todo lo que encuentro.

Gato de Cheshire. Como el Gato de Cheshire me tengo por gato impertinente, no beso manos de reyes, menos de las de súbditos, porque, como dijo Alicia, "Un gato puede mirar cara a cara a un rey". Claro que eso puede disgustar a algunos reyezuelos y a sus dóciles besamanos, incluso podría haber alguna reina que pida "que le corten la cabeza" al gato, pero el verdugo, más razonablemente, se preguntará ¨¿cómo es posible cortarle la cabeza si no hay cuerpo dónde cortarla?". Eso hago, precisamente, mostrar mi sonrisa burlona de gato de Cheshire. No solo en el blog, también en mis textos.

Simple lectora. No eres tal. En verdad eres una lectora crítica. Son los lectores que a un escritor o un crítico le sirven. No diré como Leónidas Lamborghini que, a diferencia del lector crítico o especializado, el otro lector (el simple lector o el lector ingenuo) "no sirve para un sorete" (sic) porque el mismo escritor puede ser un lector ingenuo en ocasiones, de otro modo, no habría disfrute o goce natural.

Seguro que siendo un lector experto disfrutas más comprendiendo mejor lo que lees, pero me permito ser también un simple lector. Hasta el sexólogo más experto en su ciencia se permite disfrutar del sexo con naturalidad sin hacer teoría mientras copula, ¿por qué no habría un crítico de disfrutar de una buena lectura sin hacer teoría? ¿No te parece?

Me alegro que los gatos sean de tu agrado. Gracias por tu amable respuesta, también te saludo cordialmente

Anónimo dijo...

Ojo de Lince a quien corresponda:

Errores advertidos. Serán salvados en la siguiente edición mejorada y aumentada. Gracias

Anónimo dijo...

¿Sin palabras? Lo menos que puedo decir es que eso es todo un logro, tratándose de vos.

V.L.

Anónimo dijo...

De Ojo de Lince a V. L.

Anónimo dijo...

Ayyyy, qué ordinario!!!

V.L.