miércoles, enero 31, 2007

¿Quiénes son ustedes?

domingo, enero 28, 2007

Un anónimo llamado Nicolás Peyceré

La escritura de las mujeres. CUANDO LA HERMANA ESCRITORA llega bajo la sombrilla de la escritura, muestra sus generosidades y comparaciones, unas abreviaciones, o los vestidos desflecados. SUS GRAMÁTICAS trepan en los sonidos, en las palabras, en las salas de combinaciones. O en lugares deshabilitados. Cómo explicar las gramáticas femeninas. Tan formadas del cuerpo. No se puede con las explicaciones entrometidas. La hermana dirá que puedes apartar tus nubes con su ayuda. Puedes ver el color de sus ojos, con el entendimiento de una cuidadosa atención. ¿Pero seguiremos preguntando?:

Cómo escuchar, a Kate Bush en Pi, y la experiencia vocal de Björk en Medulla. Cómo leer los poemas, de Heather Thomas, y Deseo de Elfriede Jalinek, y El milagro del desayuno de Elisabeth Bishop. Cómo ver, los recortes de cuerpos femeninos de Francesca Woodman, y la fotografía de Jeanne Moreau en los años 60. Por qué, Isadora Duncan entristeció a Sergei Esenin, y la bíblica Jael clavó al general Sísara con una estaca en la cabeza. Por qué, Clitemnestra gritó Un daímon me ha perjudicado, y Safo en metro de epopeya escribió A quién de nuevo debo persuadir, y Alejandra Pizarnik dijo Ayúdame a no pedir ayuda, y Bessie Smith cantó antes de morir Voy a beber un buen trago y conquistar a esos morenitos. Y Sylvia Plath fue leída por Janet Malcom. She being Brand, habría dicho E E Cummings. Y Cecilia y Marina ya susurran juísh juísh, como dos varas agitando el viento.

Nicolás Peyceré

viernes, enero 19, 2007

Héctor Hernández

Este texto pertenece al libro recientemente aparecido en Chile, "Coma", de Héctor Hernández, quien, como todos saben, es el marido de Romana, aunque en la actualidad los papeleos del divorcio estén casi concluidos.

La poesía chilena es absolutamente rompedora (al decir de R. Z.) y es lo más grande que dio ese país tan delgado. Disfrútenlo y felices vacaciones.


A veces caía rendido de la pura felicidad y mi cuerpo rodaba por toda la pequeña casa que se llamaba noche desde donde decía sin parar que maravilloso era vivir en una pequeña casa que se llamaba noche con una verdadera lluvia de meteoros adentro hospedándose en los océanos que tenía guardados en un pequeño armario que también se llamaba noche Los meteoros brillaban de verdad en esa agua salada Me gustaba verlos por esa cerradura que parecía el ombligo de un hombre pensando que los huesos crujen por el miedo a quedarse solos en la oscuridad y el tiempo Por suerte yo siempre estuve solo y enfermo de una enfermedad que solamente producía alegría y ganas de morir

jueves, enero 18, 2007

Eduardo Hidalgo

Nació en Huixtla, Chiapas, en 1963. Es poeta, narrador y traductor. En el año 1996 se ganó el Premio Ydalio Huerta Escalante. Lo primero que hizo cuando me conoció fue pedirme mi dirección postal para mandarme por correo un libro. Con eso, el querido Eduardo ya puede llamarse amigo de Sigamos Enamoradas.

Aquí abajo: un poema inédito de su próximo libro De VIENE DE ANTES.



Voy a escribir un texto al que pondré por título
(TENGO FRESCA) LA IMPRESIÓN DE TU CARA
en el cual me desharé en explicaciones
sobre una masa (no sé ahora si de yeso o plastilina)
que representará mi cabeza, la bóveda craneana,
el cerebro, sus circunvoluciones
y ahí, de manera perceptible,
(casi) estropeándolo todo
estará la cara querida
metida
(narices por delante)
dejando una muy buena impresión.

lunes, enero 15, 2007

jueves, enero 11, 2007

DEDÉ

¡Feliz cumpleaños


Dedé!


A la mendocinita más dulce y linda, Reina de la Vendimia, poeta de primera, narradora extraordinaria, gran conocedora vitivinícola, conversadora y con don de gentes, generosa, deportista, de varios nombres, de pelo negrísimo, de ojos soñadores y sonrisa maliciosa.




Te queremos

miércoles, enero 10, 2007

Quitapenas

No se me ocurre otra cosa que pueda incentivarme. Y sí, por alguna razón, una cae en la pena con mayor facilidad que en la laguna de Chascomús. Entonces, como alguna vez tejí la bufanda verde, roja, azul y amarilla, ahora enramo el poema de Javier Foguet (Tucumán, 1977) con el recuerdo del malversador de aire -cuya foto se resiste a subir al blog- ¿Existen dos cosas más bellas que puedan juntarse?

Los noques

Qué fácilmente caminas y te has recostado
sobre la única, tendida piedra del río
a mirar los cangrejos.
Lo mismo hicimos hace algunos años.
La crueldad de esta belleza es idéntica para mí
salvo por la nueva familiaridad
de la piedra y tu cuerpo
que me reconforta.

lunes, enero 08, 2007

Oscar Oliva (Chiapas, 1938)

Las ciudades,
allá arriba,
de cabeza,
incomprensibles,
como llagas,
desde cajas
vacías.

viernes, enero 05, 2007

Tanto soñé contigo

Una tarde abrí un mail donde aparecía un fragmento de este poema de Robert Desnos. Por ese mismo medio conocí lo terrible de Pound cuando está en boca de un hombre vivo. Quizás no se entienda bien. Es preferible vivir de lo que suele pasar cuando uno duerme. Así en la tierra como en la cama.
Tanto soñé contigo que pierdes tu realidad.
¿Todavía hay tiempo para alcanzar ese cuerpo vivo y besar sobre esa boca el nacimiento de la voz que quiero?
Tanto soñé contigo que mis brazos habituados a cruzarse sobre mi pecho cuando abrazan tu sombra, quizá ya no podrían adaptarse al contorno de tu cuerpo.
Y frente a la existencia real de aquello que me obsesiona y me gobierna desde hace días y años, seguramente me transformaré en sombra.
Oh balances sentimentales.
Tanto soñé contigo que seguramente ya no podré despertar. Duermo de pie, con mi cuerpo que se ofrece a todas las apariencias de la vida y del amor y tú, la única que cuenta ahora para mí, más difícil me resultará tocar tu frente y tus labios que los primeros labios y la primera frente que encuentre.
Tanto soñé contigo, tanto caminé, hablé, me tendí al lado de tu fantasma que ya no me resta sino ser fantasma entre los fantasmas, y cien veces más sombra que la sombra que siempre pasea alegremente por el cuadrante solar de tu vida.

martes, enero 02, 2007

Jaime Sabines

Poeta mexicano (acá, gracias por la precisión, Hugo Montaño) nacido en Tuxtla Gutiérrez en 1926. Se radicó en Ciudad de México desde 1949 cuando inició sus estudios de Filosofía y Letras. Aunque escribió sus primeros poemas antes de los dieciocho años, fue allí en la universidad donde publicó «Horal» a la edad de veintitrés años. En 1985, recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes. En 1986, con motivo de sus sesenta años, fue homenajeado por la UNAM y el INBA. Ese mismo año el Gobierno del Estado de Tabasco le entregó el Premio Juchimán de Plata. En 1991, el Consejo Consultivo le otorgó la Presea Ciudad de México y en 1994 el Senado de la República lo condecoró con la medalla Belisario Domínguez. Por su libro «Pieces of Shadow» («Fragmentos de sombra»), antología de su poesía traducida al inglés y editada en edición bilingüe, obtuvo el Premio Mazatlán de Literatura 1996. Tras una larga enfermedad falleció en Ciudad de México en 1999.

Codiciada, prohibida,
cercana estás, a un paso, hechicera.
Te ofreces con los ojos al que pasa,
al que te mira, madura, derramante,
al que pide tu cuerpo como una tumba.
Joven maligna, virgen,
encendida, cerrada,
te estoy viendo y amando,
tu sangre alborotada,
tu cabeza girando y ascendiendo,
tu cuerpo horizontal sobre las uvas y el humo.
Eres perfecta, deseada.
Te amo a ti y a tu madre cuando estáis juntas.
Ella es hermosa todavía y tiene
lo que tú no sabes.
No sé a quién prefiero
cuando te arregla el vestido
y te suelta para que busques el amor.