sábado, agosto 12, 2006

Anoche Dedé soñó con ella


Las cosas suceden así: mirarse, reír, antes, tocar la puerta, antes, alisarse el saquito, saludar con un beso, hola, cómo estás, qué linda, qué guapa, yo la miro y ella me mira, de arriba a abajo, ella me escudriña y yo me dejo.
No me lo vas a creer, pero las cosas suceden así, una y otra vez. Ella envejece y yo me aniño, pero después, yo soy más vieja y ella una nena. Me espera con la tetera humeante. Y entre sus manos tembleques, largas y delicadas, ella sostiene la tetera brillante, la toma del asa con una de esas manos de piel manchada y con la otra sujeta la tapa, apoya sus interminables dedos y la inclina sobre una y luego sobre la otra taza.
-El té debe estar exquisito, huele bien.
-Es ahumado y lo tomo sola. Placeres privados. Hoy estoy más vieja –dice. Pero te tiene que gustar en serio y si no, lo guardo y te sirvo del otro. Del barato.
Amarreta –pienso- aferrada a sus minucias, pequeños insectos saurios. Y me gusta verla, oírla, olerla y sus miserias me asombran. Y las cosas suceden así, una y otra vez. Si nos vieras no lo creerías, tan exactos son nuestros movimientos, tan minuciosos y repetidos. Ella me señala con los ojos marinos, vidriosos, que me siente en el sillón francés verdedesteñido y toma su lugar, en el sofá, debajo de su retrato de reina. Antes, me extiende la taza. Antes, pone un disco de Edith Piaf. Antes, me dice, no puedo estar sin escuchar música, qué triste es el silencio y yo, en silencio, asiento, la miro, acato y tomo la taza. Ella con su vestido de hilodignosencillo, yo, con mi saquito de terciopelo pretencioso y los pantalones. Abrí las cortinas, hace falta luz, digo, y ella, a mí me gusta la media luz, ya te lo dije, y yo, ¿no tenés un cenicero?, y ella, me fumo un pucho, ¿y vos por qué fumás tanto?, y yo, si seguís me voy, o, si me decís que estoy horrible, me voy. No, lo del pelo suelto, eso te iba a decir, te queda espantoso, ya te lo dije, y se ríe, porque quedó dicho, como si fuese la primera vez que lo dice. Y la sorpresa y el enojo vuelven a funcionar, y una y otra vez las cosas son dichas, no me lo vas a creer. Porque tu abuelo, era un señor de los que ya no hay, y yo, no es mi abuelo, es tu marido. Pero qué pavadas decís. Y yo, no, no era... y ella, realmente me importa un bledo quién seas vos, y yo, Margarita soy. No ves que tengo ojos marrones, como el río. Y se levanta y mueve con total disimulo la pierna operada y me señala la taza con los ojos celestemarvidriosos y vuelve a tomar la tetera y me sirve. Pero antes: los muy canallas, te enteraste que se están sacando los ojos, esperando que me muera, la biblioteca, la lámpara, los vestidos, los diarios y las cartas, y yo, dale ¿de qué estás hablando?, y ella, cómo lo extraño, porque tu abuelo.... , y yo no es mi abuelo... Las líneas se repiten con exactitud pavorosa, no lo creerías, una y otra vez. Pero antes, en la plaza San Martín, ella con la pata renga y la capa, el pelo blanco, los anteojos y los labios carmín. Los ojos celestemarvidriosos y yo me siento a su lado y ella con el bastoncito de marfil que se cae y yo levanto, y ella, gracias, y yo, nada, una más presuntuosa que la otra, y yo, la miro de reojo, y nos cruzamos las miradas y las dos bajamos los ojos. Y se para, a duras penas, y yo camino detrás de ella. Pero antes, ella, ese acento lo conozco ¿de dónde sos, vos?, y yo, de Mendoza, y ella, yo estuve allá, pero hace años que no voy, y yo, ajá. Pero antes: ¿y si él no es tu abuelo, vos quién sos? ¿cómo nos conocimos? y yo, no te hagas la sota, si sabés quien soy, ¿cómo te gusta, eh?, y ella, soy vieja, y yo, demasiado tontita para ser tan vieja, y ella, no podés ser mi nieta, sos muy amargada, y ella, ¡dale! ¿cómo nos conocimos?, y yo, en la plaza, si lo sabés. Y ella, ¿qué hacés acá?, y yo, el té debe estar exquisito, huele bien, y ella, es ahumado, lo tomo sola, una tiene sus placeres privados, y yo, vengo y te leo tus cuentos, y ella, qué cuentos. Y las cosas suceden una y otra vez, no me lo vas a creer, ella, es ahumado, lo tomo sola, hoy estoy más vieja. Y las cosas suceden así, una y otra vez. Si nos vieras no me lo creerías, tan exactos son nuestros movimientos, tan repetidos.

23 comentarios:

Anónimo dijo...

Mercedes: anoche, en cambio, yo soñé contigo.
Y todas las noches es igual, tú eres la misma niña mendocina que amo, y yo, el mismo tonto enamorado.

Hugo Connor dijo...

hipofisis de una narración extraordinaria
la de no digo quien para evitar mi confusion, pero es que ha estado bello.
Se agradece el honor. A que el té era Lipton y la leche apenas fría!
me retiro

Anónimo dijo...

A Silvina con amor.

Sos simpático connor, pero ya me dijeron que tenemos que hablar.
Gracias.

El té era Lipton y la leche apenas fría.
Dedé

Hugo Connor dijo...

hablaremos entonces

sigamos enamoradas dijo...

Mejor no.

Anónimo dijo...

Y bueno, Mercedes, ¿quieres que te envíe una fotografía? No quisiera compartirla con todo el mundo.

Anónimo dijo...

Alberto, tú me la envías y yo la pongo en el blog, imagino que serás de esos caballeros que ya no existen y me daría tanto, pero tanto gusto mostrarte a mis amigas, tengo un admirador, les diría, y ellas, no, no, no, y yo, si, si, y ellas ¿cómo es? ¿lindo? y yo, sí, es éste. Ay, que feliz me haría tener tu foto, y ellas, no jodas, y yo, en serio...
No lo creerías, las cosas suceden así, una y otra vez, tan exactos nuestros gestos, tan repetidos nuestros movimientos.
Alberto, te estamos esperando....
Besos
dd

Anónimo dijo...

Déjamelo pensar ¿sí?, por lo que he visto, tus amigas son bastante corrosivas, si es que son las que te dejan mensajes.

Anónimo dijo...

Hola chicas: sigan soñando belleza.
Alberto: estamos esperando una foto.
besos.

sigamos enamoradas dijo...

¡¡¡SIGAMOS ENAMORADAS!!! Ay, qué hermoso el amor, me gusta hasta el dolor de panza que me da... Kari ¿le preguntaste a tus papis si te dejan ir al Pijama Party del viernes?

Anónimo dijo...

Extraño a Mujica Láinez, ya no viene a este lugar??????? Donna karan o como te llames, no me ignores, soy sensible... basta de anonimos donna, seamos sinceros.

Anónimo dijo...

Mis papis me dan autorización para todo, menos para que me vuelva a casar.
Estoy buscando un buen gimnasio, el deporte es salud no?
Connor, estoy preocupada.

Anónimo dijo...

querida, estoy aquí para ayudarte ¿tenés problemas vitales?

Anónimo dijo...

Siiiiii, querés ser mi "pérsonal"?

Anónimo dijo...

Si, creo que podemos hacer clases grupales con unas cuantas que colaboran asiduamente en este blogg, digo, por lo del deporte
Palermo les viene bien????
Malabia y Costa Rica, en la placita????

sigamos enamoradas dijo...

¿No puede ser un lugar que me quede más cerca?

Anónimo dijo...

Qué lugar te queda más cerca?

sigamos enamoradas dijo...

El hipódromo de San isidro... ¿qué dices?

Anónimo dijo...

El Hipódromo de Palermo. Y si todas/os los que tienen problemas vitales manifiestan su opinión?

sigamos enamoradas dijo...

Yo no tengo problemas vitales, quiero salir a correr, eso nada más.

Anónimo dijo...

¿Sos vos Martín? Que no me entere, eh?

Anónimo dijo...

queridas...
asi que usando este medio miserable para andar de novio!!! que verguenza muchachitas, deber'ia darles verguenza andar tan livianitas por la vida.
bueno, haganlo ahora que son jovenes...

Anónimo dijo...

Es hermoso esto que has escrito, estoy muy orgullosa de vos,te lo dije anoche y te lo repito
te amo