La desconfianza
Mira, mi bien, ¡cuán mustia y desecada
del sol al resplandor está la rosa
que en tu seno tan fresca y olorosa
pusiera ayer mi mano enamorada!
Dentro de pocas horas será nada...
No se hallará en la tierra alguna cosa
que a mudanza feliz o dolorosa,
no se encuentre sujeta y obligada.
Sigue a las tempestades la bonanza:
sigue al gozo y el tedio y la tristeza...
Perdóname si tengo desconfianza
de que dure tu amor y tu terneza:
cuando hay en todo el mundo tal mudanza,
¿sólo en tu corazón habrá firmeza?
Este soneto de José María Heredia (Cuba 1803, México 1839), fue plagiado por José Gabriel de la Concepción Valdés en otro soneto al que llamó "A mi amada", introduciendo pequeñas variaciones.
9 comentarios:
Isolinita:
Hoy 19, 30 hs. Taller.
bueno!
Please, llevá el Triunfo.
Te entiendo, Heredia. A mí me acaba de pasar algo muy feo con el premio de La Nación. No es fácil explicar cómo nos sentiemos.
Sono quello chi ti a vendito questi zappatti. Ti ricordi di me, bella...
¡Claro que me acuerdo! Y fue casi amor a primera vista, digo, los zapatos y yo. Pero una pregunta ¿por qué trató tan mal a mis amigos?
¿saben qué es lo más doloroso de todo esto? la punta de esos zapatos
Perche sono cosí, romantico con te, pero cattivo con quei piccoli bastardi...
Ah, Romana. Sarai Romana también tú si te venís con me a Alta Grazia.
Está bien, está bien, iré, pero voy con Juan y Diego o nada.
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