Happy two people
Dijo que iba a esperarme todo lo que hiciera falta. Teníamos dieciséis años. En vacaciones, íbamos a su casa.
-¿Te gusta? –me preguntaba.
Llegábamos a eso de las tres, cuando la abuela dormía. Me gustaba. A los diez minutos nos tirábamos al suelo. Después, él se metía en el baño. Yo me miraba en la ventana: las mejillas coloradas por el roce. Siempre pareció más grande de lo que era. Yo, en cambio, de doce o menos.
-¿Tenemos que tener una casa para casarnos? –me preguntaba.
Lo hacíamos con la ropa puesta. Nadie iba a desvirgarme de soltera. Se llamaba Hernán, tenía ojos verdes, hombros rectos, pelo duro y parado, cejas gruesas. Todo el barrio lo conocía. Todas mis amigas estaban enamoradas de él.
Duramos un año. Se tatuó mi inicial en el antebrazo izquierdo.
La semana pasada lo vi. Está casado y tiene una hija. También una esposa rubia, con cara de imbécil.
-Nunca voy a dejar de amarte –me decía.
Cuando me fui a Brasil lo engañé con mi profesor de Karate. Me esperó un mes. Me trajo una rosa por cada día que esperó. Treinta rosas, en total.
-¿Es porque no tengo plata? –me preguntaba.
Era porque mi profesor usaba pantalones anchos y parecía maleable. Debuté a los diecisiete. Estuve de novia tres años y si tuve tres orgasmos, es mucho pedir.
Con Hernán era distinto. Pero somos dos personas felices que podrían ser amigas. Me hacía acabar como quería. En el auto de mis papás, en la escalera del edificio, en el living de mi hermana. Y jamás me vio desnuda. Ni siquiera en ropa interior.
-¿Y cuando nos casemos vamos a coger todos los días? –me preguntaba.
Siempre le respondía que sí. Y es verdad que me hubiera gustado casarme con él y revolcarnos hasta reventar. Pero me convertí en otra cosa: una persona llena de amigos.
Dijo que iba a esperarme todo lo que hiciera falta. Teníamos dieciséis años. En vacaciones, íbamos a su casa.
-¿Te gusta? –me preguntaba.
Llegábamos a eso de las tres, cuando la abuela dormía. Me gustaba. A los diez minutos nos tirábamos al suelo. Después, él se metía en el baño. Yo me miraba en la ventana: las mejillas coloradas por el roce. Siempre pareció más grande de lo que era. Yo, en cambio, de doce o menos.
-¿Tenemos que tener una casa para casarnos? –me preguntaba.
Lo hacíamos con la ropa puesta. Nadie iba a desvirgarme de soltera. Se llamaba Hernán, tenía ojos verdes, hombros rectos, pelo duro y parado, cejas gruesas. Todo el barrio lo conocía. Todas mis amigas estaban enamoradas de él.
Duramos un año. Se tatuó mi inicial en el antebrazo izquierdo.
La semana pasada lo vi. Está casado y tiene una hija. También una esposa rubia, con cara de imbécil.
-Nunca voy a dejar de amarte –me decía.
Cuando me fui a Brasil lo engañé con mi profesor de Karate. Me esperó un mes. Me trajo una rosa por cada día que esperó. Treinta rosas, en total.
-¿Es porque no tengo plata? –me preguntaba.
Era porque mi profesor usaba pantalones anchos y parecía maleable. Debuté a los diecisiete. Estuve de novia tres años y si tuve tres orgasmos, es mucho pedir.
Con Hernán era distinto. Pero somos dos personas felices que podrían ser amigas. Me hacía acabar como quería. En el auto de mis papás, en la escalera del edificio, en el living de mi hermana. Y jamás me vio desnuda. Ni siquiera en ropa interior.
-¿Y cuando nos casemos vamos a coger todos los días? –me preguntaba.
Siempre le respondía que sí. Y es verdad que me hubiera gustado casarme con él y revolcarnos hasta reventar. Pero me convertí en otra cosa: una persona llena de amigos.
40 comentarios:
Dejen de plagiar
Uy, sí, perdón...
yo lo apruebo, salvo porque me mete en quilombos con Naza
Que hayas regresado, querida acompañante, es lo más hermoso que me pasó en todo el verano. Brindaré por tu vuelta a casa -ya sé que tengo prohibido el alcohol, pero quizás un poco no sea malo- ¡me siento segura, me siento feliz! Te extrañé con locura...
bombón pelirrojo: me alegro que seas una persona feliz, lo has logrado tú misma, yo solo he acompañado.
besos.
Sí, puede ser, pero me suena a que querés abandonarme ¿no?
si, si, qué lindas pájaras, cuánta confitura... la de blanco, de verdad, con esa carita hasta yo me dejo.
Hola a todos, estoy tan contenta de haber vuelto, realmente, feliz, feliz por el encuentro del martes, a todas las quiero mucho, mucho.
Quiero agradecer a jejo, mis sonrisas siempre fueron muy felicitadas y eso también me da alegría.
palermo agradecido por tus sonrisas...
ay, Missia, missia...
estuve mal??? sólo porque digo lo que siento???? a veces se ponen tan rígidas.
Lo bien que me vendría algo rígido esta mañana.
si, mi mamá dijo que la acompañante es preciosa y dijo lo mismo: qué linda sonrisa...
qué opinadoras las madres...
¿LA MOROCHA DE LA ÚLTIMA FOTO DA CLASES DE ESO?
extraño a isolina en minishort...
Reina de Piriápolis:
¿Recibís mis mails?
si, ahora recibo todo todito (creo)
Dove stai, Isolininilla en minishort a punto de meterse en el Miami Sun de Chacarita?
La morocha de la última foto da clases de guitarra, ahí está mostrando la posición de "la mayor" se ve clarito, clarito, que desmientan los guitarristas si no.
No estaba aquí porque fui al supermercado a comprar rúcula...soy feliz desde que descubrí la rúcula.
las quiero montón
Me encanta la rúcula! la lechuga morada y el tomate cherry, por favor hagamos un encuentro para saborear verduras
Yo creo que eso es otra cosa, disculpe señora Isolina... pero si da clases, deme su número que quiero mandar a mi esposa.
¿No podemos hacer encuentro de suprema con papas rejilla provenzal?
ay yo en el veranete me comía unos sanguchitos de jamón crudo con rúcula en el pan "Natural" Fargo (recomiendo muy mucho)... qué rico...
podríasmo organizar una tapeada, sangucheada...
Ese pan el lo más de lo más. Me puedo comer una bolsa entera. Las cosas que caben en esta boca. Quién lo diría.
Gaby: vos tendrías que estar en estas fotos.
DD, me regalaron un gran rodas cosecha 2005, tinto. está bueno?
¿Me lo dejás probar?
Dale, y yo te digo si está bueno o no.
QUIEN ES GABY?
La hermana de Ova.
No, mentira, Gaby Milone.
che no jodan que soy el único chabón con todo bien puesto en este blog
la rúcula llegó tarde a mi vida, pero me ha hecho verdaderamente feliz, tiene consistencia, sabor y se lava fácil.el tomatito ese cherry mmmmmmm....no me convence, lo que es lo más y consumo a diario, es el repollo colorado. la ensalada de repollo colorado con pimentón y un toque demayonesa es lo más...
A quien pregunta de mis clases, mande la señora mande nomás que le enseño a colocar bien los deditos en el traste (de la guitarrita, no se me ponga nervioso...)
¿Para cuándo el casorio, Isolina?
Avisame la fecha que te lo quiero interrumpir y aprovechar para hacer el más espectacular chow de mi vida.
¡Qué horror como quedo mi nombre!
decía así: ...con algún gordito que no sea yo.
Qué deschave.
¿Se casa Isolina?
Así me gusta... tenemos, entonces, cinco cumpleaños y un casamiento ¿marzo?
gordi, si te ponés esos nicks tan largos no entran...
mas de una se casa. preparé mi esmokin para el evento del año que era la boda en la playa -de la piccolina pelirroja- y después no avisaron cómo ni cuándo.
Che, qué ...... tan desactualizado.
AYer viví algo loco. Vi un helicòtero atterixado en plena las heras. Creo que estabas entre el público, Cecilia. ¿Te gustó cuando el helicòptero despegó y se perdió entre cables y edificios? A mí y a mi hermana nos dio un chuchito.
¡Cuánta hormona adorable hay en este blog!
Romana quiero entrarte y blogger no m deja
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