miércoles, febrero 28, 2007
Después de un día tristísimo
martes, febrero 27, 2007
domingo, febrero 25, 2007
Inauguramos casa con Sigfredo Ariel
MI VIDA HECHA
Cuando nos acostamos te toqué suavemente
cuando apagué la luz
tras la conversación sobre literatura
el dinero y los impracticables planes
de ascender en la escala de valor social
pasé la mano sobre tu pecho, creo
te volviste para abrazarme
pensé ahora siente peligro ahora siente
algo que no es preciso equiparar con la caza
de un leopardo ni el establecimiento
de un imperio en esta habitación
baño y cocina
entonces me volví
para abrazarte y escuché que decías
tienes tu vida hecha pero yo
tienes tu vida hecha pero yo
entonces medité por qué concluyen
de manera cortada
algunas películas de la serie B
y casi todas las funciones de guiñol
dedicadas a adultos.
viernes, febrero 23, 2007
FELIZ CUMPLEAÑOS MARCO ANTONIO CAMPOS
LOS ELEGIDOS
"Los dioses eligen a los más jóvenes -dijo-
para una áurea muerte; lo escribió muchas veces,
muchas veces lo supo, lo esperó muchas veces.
Al cumplir cuarenta años sin mayor heroísmo
¿qué queda de aires y sueños hacia la grandeza?
Al cumplir cuarenta años, con resignación ácida,
sólo queda ver quiénes, con una áurea muerte,
fueron elegidos por los dioses".
jueves, febrero 22, 2007
martes, febrero 20, 2007
Gabriela Milone
II
crece mi asco con mi abdomen
como si cada movimiento fuera una bala
que él esquiva en la trinchera por las noches
y que mi cuerpo imita serpenteando en la cama
la misa de cada mañana me lo salvará
de la muerte
la misa de cada mañana me lo devolverá
del horror
pero la guerra se libra en mi vientre
con este ejército usurpador
que me hace el vómito
de cada día, de cada lágrima
de este vientre que parece eterno
que nunca se alisa, que nunca se alivia
como si creciera maldito por el tiempo
como si se adueñara de todo espacio
que se haga delante de mí
nada me pertenece
ni el olvido que aprendí
ni el dolor que ya no sé doblegar
domingo, febrero 18, 2007
jueves, febrero 15, 2007
Lo pedís, lo tenés
Dijo que iba a esperarme todo lo que hiciera falta. Teníamos dieciséis años. En vacaciones, íbamos a su casa.
-¿Te gusta? –me preguntaba.
Llegábamos a eso de las tres, cuando la abuela dormía. Me gustaba. A los diez minutos nos tirábamos al suelo. Después, él se metía en el baño. Yo me miraba en la ventana: las mejillas coloradas por el roce. Siempre pareció más grande de lo que era. Yo, en cambio, de doce o menos.
-¿Tenemos que tener una casa para casarnos? –me preguntaba.
Lo hacíamos con la ropa puesta. Nadie iba a desvirgarme de soltera. Se llamaba Hernán, tenía ojos verdes, hombros rectos, pelo duro y parado, cejas gruesas. Todo el barrio lo conocía. Todas mis amigas estaban enamoradas de él.
Duramos un año. Se tatuó mi inicial en el antebrazo izquierdo.
La semana pasada lo vi. Está casado y tiene una hija. También una esposa rubia, con cara de imbécil.
-Nunca voy a dejar de amarte –me decía.
Cuando me fui a Brasil lo engañé con mi profesor de Karate. Me esperó un mes. Me trajo una rosa por cada día que esperó. Treinta rosas, en total.
-¿Es porque no tengo plata? –me preguntaba.
Era porque mi profesor usaba pantalones anchos y parecía maleable. Debuté a los diecisiete. Estuve de novia tres años y si tuve tres orgasmos, es mucho pedir.
Con Hernán era distinto. Pero somos dos personas felices que podrían ser amigas. Me hacía acabar como quería. En el auto de mis papás, en la escalera del edificio, en el living de mi hermana. Y jamás me vio desnuda. Ni siquiera en ropa interior.
-¿Y cuando nos casemos vamos a coger todos los días? –me preguntaba.
Siempre le respondía que sí. Y es verdad que me hubiera gustado casarme con él y revolcarnos hasta reventar. Pero me convertí en otra cosa: una persona llena de amigos.
miércoles, febrero 14, 2007
FELIZ DÍA DE LAS ENAMORADAS
martes, febrero 13, 2007
Un poema de Heredia para recibir a Marina
Mira, mi bien, ¡cuán mustia y desecada
del sol al resplandor está la rosa
que en tu seno tan fresca y olorosa
pusiera ayer mi mano enamorada!
Dentro de pocas horas será nada...
No se hallará en la tierra alguna cosa
que a mudanza feliz o dolorosa,
no se encuentre sujeta y obligada.
Sigue a las tempestades la bonanza:
sigue al gozo y el tedio y la tristeza...
Perdóname si tengo desconfianza
de que dure tu amor y tu terneza:
cuando hay en todo el mundo tal mudanza,
¿sólo en tu corazón habrá firmeza?
Este soneto de José María Heredia (Cuba 1803, México 1839), fue plagiado por José Gabriel de la Concepción Valdés en otro soneto al que llamó "A mi amada", introduciendo pequeñas variaciones.
sábado, febrero 10, 2007
Alfonso Sola González (Paraná 1917-Mendoza 1975)
miércoles, febrero 07, 2007
Ángel rodeado por campesinos de W. Stevens
(Para Romana, que lo vio conmigo)
Uno de los campesinos:
¿Hay un recién llegado
a la puerta por la que nadie pasa?
El ángel:
Soy el ángel de la realidad,
visto un instante de pie junto a la puerta.
No tengo alas de ceniza ni armadura
y vivo sin una tibia aureola
o cauda de estrellas; no espero,
de mi ser y su conocimiento, sino una parte.
Soy uno de ustedes, y ser uno de ustedes
es ser y saber lo que soy y sé.
Así, soy el necesario ángel de la tierra,
pues, al mirarme, ustedes ven la tierra otra vez,
libre de la dura y terca coraza de los hombres,
y al oírme escuchan alzarse líquidamente,
en lento flujo, el trágico zumbido de la tierra,
como palabras a flor de agua, como verdades
dichas al repetir medias verdades. ¿No soy,
yo mismo, una suerte de media imagen,
una figura entrevista, o vista un instante, un ser
del pensamiento, una aparición ataviada
con tan delicados atavíos, que basta un rápido
giro de mi espalda para que yo, veloz, desaparezca?
martes, febrero 06, 2007
Mariano Flores Castro (México 1948)
No adoro ídolos.
Mi sudor huele como tantos otros.
Amo a una mujer a cualquier hora.
A media noche me siento cansado.
La poesía me hace sufrir pero no escribo sufriendo.
Los días que mejor recuerdo
están poblados por las horas de la amistad.
Podría hoy cambiar de país pero no de nombre.
Hoy cumplo veintiocho años de no sé qué.
No he logrado la inocencia.
Conozco el trabajo conozco el ocio.
No creo que mataría a nadie.
Escribo por pasión.
El placer lo dejo para el bajel del amor.
No he traicionado a nadie salvo
a mí mismo y siempre por experimentar.
Soy simple a fuerza de no entender mi complicación.
La muerte está loca por mí.