viernes, septiembre 12, 2008

Darío Volonté

Anoche, entró Darío, como quien llega a casa y se quita los zapatos,
y nosotros, los mudos otros, lo recibimos
como a una lluvia de viento y flores de lapacho.

especialmente yo, fui líquida pobreza
y él, flores de lapacho.

Gracias, Darío Volonté.

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