“Feliz año nuevo” -me dijo, y se revolcó en el pasto como un perro, pronosticaba lluvia. Hace tiempo que esperan un poco de alivio todos esos manchones secos en el campo. Hace tiempo que esperan detenerse los equipos de riego, y aquietarse el pozo, frío, profundo, algo salado, y nutricio que nunca se vacía. También los animales que no alcanzan a rascarse el lomo desean sentir como se despegan las moscas. “Feliz año nuevo -contesté- Ludovica es el primer paso para una buena predisposición anual, sus pronósticos son mejores que cientos de perros, y este es el año de la rata. No sé cual de mis amigos es rata, pero voy a ser la compañera de camino del conejo. Eso dijo Ludovica” - y Amén.
¡Feliz Año Nuevo!
A todos los amigos, parientes, argentinos, chilenos, descarriados, peronistas, anarquistas, ex-montoneros, newyorkinos/as sexualmente atractivo/as, barras bravas, traficantes de artículos varios importados y taiwaneses, nuevos amigos de nuestros amigos, a los que han decidido cambiar sus genitales externos por un par de boletos para ver a The Police, a todos, todos, todos ellos nuestros mejores deseos.
sigamos enamoradas
M. S.