miércoles, noviembre 29, 2006
Mientras preparamos el 12
Les presento a Hugo Montaño, mi ángel de la guarda en Chiapas. Un fenómeno de persona. Y a prepararse, sí, que sí, porque el 12 de diciembre se lanza el libro de Marinita y después hay convite de festichola ¡Muy Sigamos Enamoradas! Para cerrar el año bailando y poetizando.
lunes, noviembre 27, 2006
Hay que volver para decir:
miércoles, noviembre 22, 2006
Ana Lafferranderie y Florencia Walfisch
Ella es Anita, la rubia. Su poema está abajo. Chica de exportación. Explosión en pocos segundos. Lean...
Al blanco
Soplé
con el temor de un niño
frente a un rostro seco
y bastó para desarmar
la estructura de un planeta.
Al blanco
Soplé
con el temor de un niño
frente a un rostro seco
y bastó para desarmar
la estructura de un planeta.
Ella es Flor. Cuando escribe es como si bordara y cuando borda... no sé qué parece. Por ahí, una nube rehaciéndose después de llover. Su poema está abajo. Lean.
acuesta la pregunta y despierta en lo que no se sabe. ahora saber es como un cuerpo
fijo. llueve y es de agua su sombra. en medio de la noche continúa cayendo, abrasa y abraza esa forma primera. quiebra el llanto que pare su propio interrogante. parir un silencio con devoción y hermosura.
acuesta la pregunta y despierta en lo que no se sabe. nombrar es poner fuego en donde tierra, aire en donde agua, belleza en donde lo que hubo. lo demás es caricia, pequeño pliegue develándose entero y sin apuro.
después amanece y continúa siendo lluvia, lluvia fina de otoño que moja y se procrea.
lunes, noviembre 20, 2006
Mori Ponsowy
Caminen y busquen sus libros. Por ahora, unos maravillosos ojos verdes y el poema inédito que está abajo. Ella es Mori, la siamesa de Romana. Ella es una chica con acento extraño. Ella es un torbellino. Lean.
LAS PALABRAS DE LOS POEMAS
Vienen y te arrebatan la voz,
cantan en otro idioma,
sueñan tu sueño,
despiertan tu noche,
te vigilan.
No las entiendes.
Llegan con zapatos de plata
y espuma en los portales.
Tú sólo quieres dormir.
Ellas, jugar.
A su manera desquiciada,
con sus trompos de guillotinas,
sus ensaladas al revés,
sus canicas de infundio
y sus cañones diminutos
disparando dolores
como lluvias de plomo
que te desgranan el alma
a pedacitos.
De nada sirve
cubrirte la cabeza con la almohada
y ochenta sábanas de estuco.
De nada cantar
para que tu voz tape la suya.
De nada orar.
Ni la mañana sirve.
Estás en sus manos,
que no son las tuyas:
negro sobre negro,
aliento hacia atrás.
Tú sólo quieres dormir.
Ellas, jugar.
LAS PALABRAS DE LOS POEMAS
Vienen y te arrebatan la voz,
cantan en otro idioma,
sueñan tu sueño,
despiertan tu noche,
te vigilan.
No las entiendes.
Llegan con zapatos de plata
y espuma en los portales.
Tú sólo quieres dormir.
Ellas, jugar.
A su manera desquiciada,
con sus trompos de guillotinas,
sus ensaladas al revés,
sus canicas de infundio
y sus cañones diminutos
disparando dolores
como lluvias de plomo
que te desgranan el alma
a pedacitos.
De nada sirve
cubrirte la cabeza con la almohada
y ochenta sábanas de estuco.
De nada cantar
para que tu voz tape la suya.
De nada orar.
Ni la mañana sirve.
Estás en sus manos,
que no son las tuyas:
negro sobre negro,
aliento hacia atrás.
Tú sólo quieres dormir.
Ellas, jugar.
viernes, noviembre 17, 2006
Lobo etíope
Cuando una dice: "un-poeta-de-la-re-puta-madre",
en realidad quiere decir: "Jorge Esquinca, México, 1957".
Canis simensis
En mi vida pasada fui un lobo etíope.
Me gustaba despertar temprano, con el aire
frío de la meseta calándome los huesos.
Luego, entre la neblina, reunirme con la manada,
lamernos, olfatearnos, entrechocar
las patas, los colmillos y ladrar en señal
de reconocimiento. Una ceremonia
matutina que repetimos desde siglos,
tal como los abuelos que caminaron
los glaciares y llegaron por las áridas
estepas de Eurasia. Mi pelambre era rojiza,
como la pradera. Una mancha blanca lucía
en mi pecho y brillaba por la noche.
Me gustaba trepar los peñascos,
otear la meseta y marcar con mi orina
los bordes de nuestro territorio. Tumbarme
al sol y rascarme las orejas. Cazábamos
a solas, esas ratas gordas que viven bajo tierra.
Muy pronto aprendí a despabilar el oído,
a inclinar la cabeza de un lado a otro
para escucharlas en sus túneles. Podía
adivinar el momento de su salida. Era veloz
y mis mandíbulas certeras. Quise a una hembra
de ojos intensos. Pero la regla dicta que ellas,
a su hora, dejen la manada y busquen
compañía entre los machos de otra grey.
Fuimos siempre pocos. Nos diezmaba
el mal de una sed que no se sacia.
Aún hoy me asalta el sabor ácido
y la falta de aire me arranca del sueño
con su garra. En realidad son escasas
las noticias que tengo de mi vida pasada.
Llegan de pronto, como un ladrido lejano.
Soy este hombre que reúne palabras
a mitad de una noche en la que tú no estás.
Jorge Esquinca
en realidad quiere decir: "Jorge Esquinca, México, 1957".
Canis simensis
En mi vida pasada fui un lobo etíope.
Me gustaba despertar temprano, con el aire
frío de la meseta calándome los huesos.
Luego, entre la neblina, reunirme con la manada,
lamernos, olfatearnos, entrechocar
las patas, los colmillos y ladrar en señal
de reconocimiento. Una ceremonia
matutina que repetimos desde siglos,
tal como los abuelos que caminaron
los glaciares y llegaron por las áridas
estepas de Eurasia. Mi pelambre era rojiza,
como la pradera. Una mancha blanca lucía
en mi pecho y brillaba por la noche.
Me gustaba trepar los peñascos,
otear la meseta y marcar con mi orina
los bordes de nuestro territorio. Tumbarme
al sol y rascarme las orejas. Cazábamos
a solas, esas ratas gordas que viven bajo tierra.
Muy pronto aprendí a despabilar el oído,
a inclinar la cabeza de un lado a otro
para escucharlas en sus túneles. Podía
adivinar el momento de su salida. Era veloz
y mis mandíbulas certeras. Quise a una hembra
de ojos intensos. Pero la regla dicta que ellas,
a su hora, dejen la manada y busquen
compañía entre los machos de otra grey.
Fuimos siempre pocos. Nos diezmaba
el mal de una sed que no se sacia.
Aún hoy me asalta el sabor ácido
y la falta de aire me arranca del sueño
con su garra. En realidad son escasas
las noticias que tengo de mi vida pasada.
Llegan de pronto, como un ladrido lejano.
Soy este hombre que reúne palabras
a mitad de una noche en la que tú no estás.
Jorge Esquinca
jueves, noviembre 16, 2006
ACTITUD TITANES
¿Acaso estamos aquí para decir tan sólo: casa, puente,
fontana, puerta, jarro, olivo, balcón -o, a lo sumo,
pilar, torre...?
...Mas para decir, entiéndelo, para expresar aquello
que las cosas mismas en su intimidad, nunca esperaron ser.
(Esto es de Rilke, uno de los "Titanes de la poesía universal" -1940-)
fontana, puerta, jarro, olivo, balcón -o, a lo sumo,
pilar, torre...?
...Mas para decir, entiéndelo, para expresar aquello
que las cosas mismas en su intimidad, nunca esperaron ser.
(Esto es de Rilke, uno de los "Titanes de la poesía universal" -1940-)
lunes, noviembre 13, 2006
Viernes, qué fantástico, fantástico este viernes
Lo tremendo fue que Ada llegara antes y no se quedara a esperar. Después: pizza, mezcal (servido en un vasito que tenía un cactus de cristal en el fondo), vino, puesta a punto de actividades cibernéticas y, sobre todo, organización del próximo evento: presentación de "Formación Hospitalaria" de Marina Serrano, además de todos los comentarios acerca del inminente Quequén.
En la foto: Dedé, Marinita, Silvia, Flor y Kari.
En la foto: Dedé, Marinita, Silvia, Flor y Kari.
viernes, noviembre 10, 2006
Segundo QUEQUÉN (segundos afuera)
miércoles, noviembre 08, 2006
Presentación de padrinos
martes, noviembre 07, 2006
Maravillosa María (Negroni)
X
(operation: orfeo)
Once upon a time a time a time
John Cage
dos animales perdidos
en la ciudad más alta
años así
cada vez más cerca
lejos cerca
de la sombra
pero no hay sombra—dice él
hay solamente todo lo que hay
y ella
quisiera que me ames—dice
y a la vez
que no me ames
no se sabe quién vive
no hay modo de saber
qué indecisión navega
en la batalla a ciegas
del deseo
no te vayas—dice él
a ningún lado
a ningún tiempo
a nadie
y ella
te ordeno que te quedes
que me des de morir
que vayas y vuelvas
por la gran vía
de la ilusión
¿y qué hay más allá?
la ilusión de conocer
la ilusión
¿y más acá?
volver con nada entre las manos
y esa nada es la desdicha
fabulosa
del poema
dos animales cansados
de ser y no ser
de nunca y siempre
¿esto es amor o es odio?—dice ella
sí—dice él—¿te gusta así?
quién sabe dame un beso
mirame y no me toques
que quiero estar tranquila
y él que la ha perdido
antes de empezar
no tengas miedo—dice
oh cuerpo hostil
más que el alborada
nuestro sueño no existe
pero yo voy a escribirlo
en las derrotas de tu nombre
(operation: orfeo)
Once upon a time a time a time
John Cage
dos animales perdidos
en la ciudad más alta
años así
cada vez más cerca
lejos cerca
de la sombra
pero no hay sombra—dice él
hay solamente todo lo que hay
y ella
quisiera que me ames—dice
y a la vez
que no me ames
no se sabe quién vive
no hay modo de saber
qué indecisión navega
en la batalla a ciegas
del deseo
no te vayas—dice él
a ningún lado
a ningún tiempo
a nadie
y ella
te ordeno que te quedes
que me des de morir
que vayas y vuelvas
por la gran vía
de la ilusión
¿y qué hay más allá?
la ilusión de conocer
la ilusión
¿y más acá?
volver con nada entre las manos
y esa nada es la desdicha
fabulosa
del poema
dos animales cansados
de ser y no ser
de nunca y siempre
¿esto es amor o es odio?—dice ella
sí—dice él—¿te gusta así?
quién sabe dame un beso
mirame y no me toques
que quiero estar tranquila
y él que la ha perdido
antes de empezar
no tengas miedo—dice
oh cuerpo hostil
más que el alborada
nuestro sueño no existe
pero yo voy a escribirlo
en las derrotas de tu nombre
sábado, noviembre 04, 2006
viernes, noviembre 03, 2006
Bienísimas y más y más....
¡Otros momentos del Festival Poetas del Mundo Latino!
Aquí: Carlos Sosa. Lila Calderón, Juan Manuel Roca, Edwin Madrid. Una mesa de lectura
Lila, Vanessa Droz, María Negroni, Elva Macías. Otra vez Lila, yo. Marco Antonio Campos y Vanessa
Lila con Héctor Carreto. Bernard Pozier (Québec) y yo. Cenando en Morelia con Edwin, Sergio Mondragón, Juan Manuel Roca, Vanessa, María, Luis Bravo y Héctor Carreto.
Aquí: Carlos Sosa. Lila Calderón, Juan Manuel Roca, Edwin Madrid. Una mesa de lectura
Lila, Vanessa Droz, María Negroni, Elva Macías. Otra vez Lila, yo. Marco Antonio Campos y Vanessa
Lila con Héctor Carreto. Bernard Pozier (Québec) y yo. Cenando en Morelia con Edwin, Sergio Mondragón, Juan Manuel Roca, Vanessa, María, Luis Bravo y Héctor Carreto.
jueves, noviembre 02, 2006
Elige tu propia aventura...
ALGUNAS IMÁGENES DE MÉXICO
Lila Calderón (Chile), Juan Manuel Roca (Colombia), María Negroni (Argentina), Vanessa Droz (Puerto Rico), Memet (Chile) y Cecilia Romana, en un bar, frente al Auditorio de Las Rosas.
Romana, Susy Delgado (Paraguay) yEdwin Madrid (Ecuador) en un patio moreliano.
Una de las lecturas de Festival de Poetas del Mundo Latino
Romana y María
Francis Tessa (Bélgica) y Fabio Scotto (Italia)
Miguel Ángel Zapata (Perú) y Vanessa Droz (Puerto Rico)
Héctor Carreto (México) y Cecilia Romana
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